Cartas de lectores

Cuatro preguntasSe­ñor Di­rec­tor:"Ya que no se vio a los senadores hacer algunas preguntas sobre YPF que eran fundamentales, voy a hacer mi aporte para realizarlas."¿Por qué el Gobierno no reconoce que su política de hidrocarburos fue la que nos llevó a esta situación de desabastecimiento y desinversión?"¿Por qué el director Baratta en YPF no denunció las «maniobras» que el Gobierno dice que Repsol cometió?"¿Por qué la Presidenta felicitó a Eskenazi y a Brufau en diciembre de 2010, cuando dijo que YPF era un ejemplo como compañía?"Y por último, ¿por qué ahora el Gobierno denuncia el pago de dividendos, si esto fue propuesto por Néstor Kirchner a Repsol, para que Eskenazi llegara a tener el 25% de la compañía?"Rafael Ignacio Esteves mailto:rafaesteves@speedy.com.arMedida ilegalSe­ñor Di­rec­tor:"A la luz de la inconstitucionalidad y la ilegalidad de las recientes medidas tomadas contra el accionista español de YPF, resultaría moralmente aleccionador para la ciudadanía que en los procesos judiciales y arbitrales que sin duda serán iniciados -y que tendrán seguramente un resultado desfavorable para nuestro país- se desempolvara el artículo 1112 del Código Civil."Eso, con el objeto de extender la responsabilidad patrimonial en forma personal, solidaria e ilimitada a los funcionarios participantes en tan desdichado accionar. Parodiando una expresión utilizada por el viceministro de Economía, «tarados» son los que se colocan por encima de la ley pensando que su impunidad será eterna."Ana María C. Recio DNI 6.021.180 mailto:recioam@gmail.comPolítica naífSe­ñor Di­rec­tor:"Para no variar de estilo, el gobierno nacional, al expropiar intempestiva y ruidosamente a YPF, ha polarizado nuevamente a la sociedad argentina. Ante esto, no me caben dudas de optar por la posición que defiende con seriedad y argumentos sólidos la senadora María Eugenia Estenssoro."También surgió una posición intermedia, promovida por la UCR y el FAP, que no termino de entender. Si el animal que se nos presenta como batracio tiene cuatro patas peludas, cola y ladra, es un perro desde el nacimiento, y no un sapo en general al que quizá se pueda convertir en perro en particular. Suena un tanto naíf en un país donde la política devora con voracidad y sin remordimientos a quienes pecan de ingenuidad. "Alberto Campos Carlés LE 4.416.955 mailto:accarles@hotmail.comSemejanzaSe­ñor Di­rec­tor:"Cuando el Senado romano aprobó una ley por la cual validaba cualquier decreto del...