Cartas de lectores

LA CARTA DEL DOMINGOBoicot a la ArgentinaSe­ñor Di­rec­tor:"Hay muchas maneras de boicotear al país. Entre otras, protegiendo la impunidad, liberando la corrupción, desnaturalizando las instituciones, deformando la historia, profundizando las divisiones, frenando su potencialidad, potenciando sus falencias, desprotegiendo su educación, soslayando sus miserias, su hambre de pan y de justicia."Yo boicoteo, tú boicoteas, todos boicoteamos. Desde el que arroja un papel a la calle hasta el que deposita fondos públicos en el exterior sin dar debida cuenta de ellos. Desde el que compra trenes oxidados hasta el que no pide factura por lo que consume. Desde el que no paga sentencias previsionales condenatorias hasta el que compra tierras fiscales a precio vil. Desde el que pasa semáforos en rojo hasta el que sólo imparte justicia sobre la base de una jurisprudencia sesgada, consolidando una memoria parcial."Se boicotea un país cuando se lo deja indefenso, sin medios materiales para defenderse, sin alicientes a sus Fuerzas Armadas y de seguridad, cuando sus sistemas de salud y educación son deficitarios e ineficientes, cuando se fomenta el juego y no el ahorro, el gasto frívolo y no la austeridad, el clientelismo y no el trabajo. Los discursos de «amor por el país» no sirven para tragar los amargos frutos de lo que en los hechos se boicotea. Un genuino amor no lo haría."Horacio M. Malaurie mailto:hmalaurie@yahoo.com.arAerolíneasSe­ñor Di­rec­tor:"Bien a la Argentina. Ese podría ser el título de todo lo meneado en Aerolíneas Argentinas."Cuando era estatal, protestábamos por el dinero público que costaba su mantenimiento. Se privatizó para lograr, entre otras cosas, que ese déficit no estuviese a cargo de todos los argentinos. Como se hizo mal, al cabo de un tiempo sus dueños la manejaban de una manera que provocaba el enojo de la mayoría de los argentinos."¿Qué hicimos? En vez de reestatizarla, la pusimos en jaque a través de los gremios involucrados y se la terminamos entregando como botín a esos sindicatos y a La Cámpora, una organización de jóvenes lanzados a la política de la mano del matrimonio gobernante, a través de su hijo. La última etapa es la que vivimos hoy."Conclusión: todo lo hicimos mal, sin estudios serios, con coimas y comisiones, con revanchismo político. Si la privatización se hubiese hecho bien, con severos controles, hoy no tendríamos que soportar el cantito del «neoliberalismo»."Guillermo Alfredo Terrera LE 5.082.938...

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