Cartas de lectores

País dualSe­ñor Di­rec­tor:"Nuestro país evidentemente se ha dividido en dos partes: una que trabaja y produce, y otra que se beneficia de ese trabajo con una multitud de dádivas, ya sean subsidios, prebendas, negocios, clientelismo o asistencias monetarias, regalos que reciben de los trabajadores y jubilados que aportan a diario su esfuerzo."La señora Presidenta, en su inteligente discurso tras conocerse los resultados, arengó a los argentinos con la magnífica frase: «A trabajar, argentinos»."Es de esperar que sus sinceras palabras se complementen con las medidas necesarias para garantizar la seguridad jurídica, la promoción de las inversiones y la educación moral y académica que permitan a nuestro país recuperar el puesto de privilegio que una vez tuvo en el concierto de las naciones."Eduardo Daniel Teubal LE 5.593.805 mailto:danielteubal@arnet.com.arLey de la selvaSe­ñor Di­rec­tor:"Se la llama ley, pero no lo es. En la selva no hay ley porque la naturaleza, por sabia que sea, no es justa. No existe la justicia en un ámbito donde algunos pocos fuertes someten a los débiles. La justicia, en todo caso, es una creación del hombre, un intento de equilibrar lo que por orden natural no es equitativo."El instinto transgresor es universal. El ser humano, sin la ley que imparte la justicia, muchas veces pierde el rumbo sin importar el linaje. El argentino promedio no es una excepción de alto interés antropológico, sino más bien el resultado de una sociedad carente de reglas claras. No nacemos predestinados al delito y a la trampa, simplemente aprendemos con el tiempo que ni una cosa ni la otra tienen castigo."En ausencia de ley, la mayoría (digamos, algo más que la mitad) se somete ante los déspotas, porque sin justicia, los débiles no tienen esperanza. Puede parecer una actitud poco estoica, pero es en realidad un instinto de supervivencia. En la selva sólo viven unos pocos y el resto apenas sobrevive. En Argentina, también."Marcelo Artal DNI 27.055.629 mailto:artalmarcelo@yahoo.comDe San AgustínSe­ñor Di­rec­tor:"Este es un pensamiento de San Agustín, que recordó su santidad Benedicto XVI en el Parlamento alemán, en ocasión de su reciente visita a ese país: «Un Estado que no se rigiera según la justicia, se reduciría a una gran banda de ladrones». Saque el lector su propia conclusión."Mónica Schultz de Chevallier-Boutell LC 3.747.358Dos partidosSe­ñor Di­rec­tor:"El día después de las elecciones de octubre fue para mí el fin de un camino previo...