Cartas de lectores

La otra mitadSe­ñor Di­rec­tor:"Creo ser parte del 50% del país que, incrédulo, ve cómo el otro 50% observa algo tan distinto que me hace dudar si estaré tan equivocado al no haber votado a la señora Presidenta."Yo veo hoy en mi país que la seguridad deja bastante que desear, que las retenciones siguen, que está prohibido vender trigo, que las prebendas a los amigos son incontables, que el fútbol para todos es cada vez más caro, que los piquetes son incontables, que la parte habitacional del país deja mucho que desear, que el supermercado está por las nubes, que la inflación da risa, que la salud pública es para llorar, que la corrupción está en todos lados."¡Qué lástima no estar en la otra mitad! Seguro que viviría mucho mejor."El campo y el interiorSe­ñor Di­rec­tor:"Desde el interior escuchamos continuamente a periodistas, analistas y políticos hablar del «voto del campo» en análisis o conclusiones absolutamente falaces."El error radica en confundir conceptos tales como «gente del campo» con «gente del interior». El primero es un sector ciertamente minoritario que se encuentra dentro del segundo, teniendo en cuenta que en el interior viven empleados estatales, docentes, profesionales, trabajadores, industriales, comerciantes y jubilados que no tienen relación alguna con el quehacer agrícola. Es tan absurdo como lo sería llamar «gente de la industria» a los votantes del conurbano."Cuando se dice «el campo votó a la Presidenta», ¿quién puede asegurar dentro de qué mitad en las que se dividió el electorado está ese sector o en qué proporción se repartió?"Este tipo de errores conceptuales demuestran una vez más la concepción distorsionada que tiene de sí mismo un país compuesto de una megalópolis en el borde de un inmenso patio trasero."CristinismoSe­ñor Di­rec­tor:"Estaba viendo cómo un grupo de personas pertenecientes al Tea Party interpelaban al presidente Obama por sus políticas. El les preguntó dónde estaban cuando gobernaba George Bush. Ellos le contestaron que nunca adhirieron a Bush."De repente, me acordé de mi amigo peronista, quien, cuando yo le recriminaba sus ideas, me decía que ya no era peronista, sino menemista. Cuando le preguntaba por Menem, me decía que era duhaldista, y cuando lo criticaba por Duhalde, me decía que era kirchnerista. Si ahora lo recriminara por sus ideas, ¿me diría que es cristinista?"Consenso opositorSe­ñor Di­rec­tor:"Meses atrás, un dirigente opositor expresó, ante la propuesta de otro opositor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR