Carta de los Lectores
Carta de la semana
Castigo a la corrupción
Claude Frédéric Bastiat fue el autor de un trabajo publicado en 1850 que, con el título "Lo que se ve y lo que no se ve", exponía que, en la esfera económica, un acto, una costumbre, una institución, una ley no engendran un solo efecto, sino una serie de efectos. El primero de ellos, el más inmediato, "es el que se ve". Los otros, que aparecen sucesivamente, son "los que no se ven". La diferencia es enorme, ya que casi siempre sucede que, cuando la consecuencia inmediata es favorable, las ulteriores suelen no serlo. Lo mismo vale para la moral, cuando los hombres se abandonan a ciertas conductas inaceptables, por ejemplo, la corrupción.
Sobre el escándalo de corrupción que afecta a la FIFA, órgano de gobierno del fútbol mundial, algunos podrían argumentar: vieron, no sólo en la Argentina hay casos de corrupción, ésta se da a nivel mundial. Por analogía, podríamos decir que "esto es lo que se ve". Pero también podríamos decir que "lo que no se ve" es que en algunos países del mundo se la castiga. ¿Y en el nuestro??
Carlos E. Ibáñez
mailto:carlosibanez@siisa.com.ar
El escándalo en la FIFA
Los límites del poder
El escándalo de los sobornos perpetrados por directivos de la FIFA y otros sujetos vinculados al fútbol semeja el de la sempiterna corrupción política en los Estados nacionales. Es que no hay mejor receta para la corrupción generalizada que nombrar administradores de lo ajeno cuando hay montos imposibles de controlar. Thomas Sowell lo expresa de un modo similar: "Es difícil imaginar una manera más estúpida o más peligrosa de tomar decisiones que poner esas decisiones en manos de personas que no pagan ningún precio por estar equivocadas".
De allí la importancia trascendental de limitar el poder, del modo en que lo hacía la Constitución argentina de 1853.
Denis Pitté Fletcher
DNI 13.770.195
Responsabilidad
He sido directivo de un club deportivo de una asociación intermedia. Mi principal preocupación ha sido el cuidado del dinero de los asociados y la transparencia en la actuación. "No es posible controlar a todos", dijo Blatter ante la corrupción en la FIFA, y me hizo acordar a Hebe de Bonafini, que no vio o no quiso ver cómo se desviaban los fondos de la fundación de la que era responsable.
Un dirigente que no puede controlar y mira para otro lado es tan responsable de la corrupción como los actores directos, haya o no participado del hecho en sí mismo.
Luis Zorraquin
DNI 4.558.375
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