Carlos 'Paty' López, el artista de la parrilla que reinventó el asado

Es el asador más polifacético de Buenos Aires; dirige un restaurante desde hace 37 años, creó la única escuela de parrilleros del país, escribió un libro que ganó un "Oscar" de las publicaciones de cocina y ahora debutará en TV.

Carlos "Paty" López, que aclara que su sobrenombre goza de una trayectoria anterior a la marca de hamburguesas, es el "culpable" de que Checho, su parrilla, se haya transformado en lo que es hoy: un espacio de reunión; un punto de encuentro de vecinos que hace más de tres décadas residen o trabajan en el límite con la General Paz.

Físicos, químicos, científicos y oficinistas dotaron al restaurante de vivencias y de conocimientos a lo largo de estos 37 años. "Muchos de los expertos de por acá ayudaron a mejorar técnicas de la parrilla vinculadas con fuegos y dispositivos, temperaturas, niveles de grasa o agua", reconoce en diálogo con LA NACION.

Sin dudas, Carlos, Paty o Checho (hay quienes confunden adrede al dueño con el espacio) es el factótum del lugar, su director de orquesta, y su parrilla, la pieza musical o la ópera de turno.

Como buen autodidacta, este porteño transitó por distintos oficios (fue tapicero, zapatero, dibujante, pintor, músico) hasta descubrir que lo que mejor sabía hacer era cocinar. "Todo surge de probar y fallar", admite el autodidacta, que registra más de 10.000 asados.

Parte de esa reinvención de su persona se trasladó también a "su otro yo", la parrilla. Y así como Núñez creció, Checho evolucionó: "Te vas reinventando de alguna manera; vas viendo, viajando, y traés a tu negocio todo aquello que lo mejore".

En 2010, para responder a la insistente demanda de clientes y amigos, el chef se animó a incursionar en la docencia, un rol que no había encarnado, pero cuyos atributos había testeado. Así lo explica: "La parrilla es un trabajo muy artesanal, que requiere práctica y años. Mis maestros fueron la experiencia y los cocineros que pasaron por mi negocio, además...