Capítulo V El rol de la ecuación

AutorRoberto Dromi
Páginas107-115

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La ecuación es el camino para la seguridad jurídica; el reaseguro de la justicia contractual conmutativa y distributiva.

La ecuación explica que hay que construir el diseño de la igualdad entre los componentes de un contrato para después poder diseñar la justicia de sus efectos.

De este modo, la ecuación que rige la relación contractual en los contratos de transformación se representa con dos polos equidistantes, separados por lo que dimos en denominar el "ecuador". Este ecuador va a enunciar casi siempre lo bueno, el deber ser, el equilibrio. Mientras el desarrollo del contrato se desenvuelve en el ecuador se está en la unidad de medida adecuada.

Ahora bien, si se produce una modificación en el desenvolvimiento contractual, cómo se revisan los efectos de ese contrato y qué método cabe usar. Así se utiliza la ecuación, que es una herramienta, un instrumento para aplicarle al contrato y verificar si se está cumpliendo con el camino de la justicia, tanto la conmutativa de las partes, como la distributiva del bien común. Page 108

La aplicación del remedio correspondiente depende del caso concreto.

1. La nueva ecuación

El giro sustancial que se produce con el tránsito de la economía de Estado a la economía de mercado y la instalación de reglas originales y creativas en el diálogo político y jurídico con la privatización, la desmonopolización y la desregulación para la competitividad y la productividad, motiva el desdoblamiento de la ecuación contractual entre clásica (privada) y moderna (pública).

a La ecuación clásica (privada)

A los contratos de colaboración les corresponde la ecuación clásica del derecho sitiado en la que no se toman en consideración la ética, la naturaleza, la tecnología, los hombres, las ciudades. Esta es la ecuación económico-financiera del contratista (la privada).

b La ecuación moderna (pública)

La aparición de una nueva forma contractual con los contratos de transformación necesitó de una nueva ecuación. La ecuación "moderna", "social, ética y política", la del pueblo, del público, la del usuario, la del consumidor (la pública).

Esta ecuación pública es una necesidad imperiosa de la post privatización. En los contratos de colaboración la parte "pública" era la ecuación de poder del Estado. Pero, con la tercerización, desestatización, desregulación, producidas a través de los contratos de tercera generación o de transformación, el Page 109 interés público tiene que saltar del poder al contrato y lo hace con términos propios del equilibrio de la ecuación.

Así, frente al equivalente económico hay otros equivalentes: social, político, ético, administrativo, ecológico, tecnológico, impositivo, de mercado en la que cuentan acceso, calidad, vigencia, naturaleza.

La ecuación moderna se conforma, entonces, con dos polos en tensión y un punto en equidistancia. En la ecuación los dos extremos, los polos, representan dos verdades antitéticas que tienen un punto de coincidencia, al que llamamos ecuador.

La medida de las magnitudes que intervienen en el fenómeno de la fórmula despejan las incógnitas de las cantidades desconocidas y denuncian las fracturas y quiebras de la línea ecuatorial de la ecuación: la justicia contractual de las prestaciones.

2. De los principios

Para despejar las incógnitas que plantea la ecuación moderna, social, ética y política, la...

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