El campo y las nuevas tecnologías

La sequía ha puesto de manifiesto facetas positivas relativas a los grandes avances logrados por la tecnología agraria en las últimas décadas. La llamada siembra directa es un sistema que sustituyó el arado por máquinas sembradoras que depositan las semillas sobre los restos del cultivo anterior, de manera que el suelo queda protegido por un colchón de residuos vegetales que permite una mayor penetración del agua de lluvia en el cultivo, una menor evaporación del precioso líquido, mejoras en la estructura del suelo y mayor vida, procedente de organismos varios, entre ellos las conocidas lombrices.Complementando esta transformación con la rotación con otras especies y la reposición de fertilizantes, nuestros productores han logrado aumentar los rendimientos físicos de sus cultivos y defenderse mejor de la erosión. Esta formidable transformación tiene varios progenitores, comenzando por los grupos CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), en tanto que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) contribuye con sus centros de investigación y estaciones experimentales. Aportando energías creadoras específicas se suma la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid). En apenas dos décadas, de las 30 millones de hectáreas sembradas con cereales y oleaginosas, por lo menos 25 millones se cultivan con siembra directa, mostrando la rápida respuesta de los productores...

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