Cambiemos, ante un abismo

, el fiscal de la causa argentina más grande de corrupción (la de los ), fue también el fiscal que mandó a la cárcel a y que investigó el contrabando de armas a y , hace 23 años. contribuyó de manera destacada a la investigación del contrabando de armas, a tal punto que entregó a la Justicia las cuentas bancarias en las que se habían hecho las transferencias de los supuestos sobornos. Si no se conocen esos antecedentes es imposible entender por qué las declaraciones del ministro de Justicia, , terminaron por colocar a la coalición gobernante en la situación de mayor tensión desde que existe.Garavano dijo que no es bueno que un expresidente sea sometido a prisión preventiva. Carrió pidió su renuncia, anunció que le pedirá un juicio político y señaló que el fin de la impunidad y de la corrupción son columnas inamovibles para ella como principal aliada de .La primera conclusión que debe subrayarse es que Carrió tiene razón. Garavano es un ministro y por lo tanto ocupa un cargo político. Le está negado hablar, como funcionario del Poder Ejecutivo, de funciones que corresponden exclusivamente a otros poderes del Estado, el Judicial y el Legislativo. Es poco creíble, por lo demás, que se haya referido solo en abstracto a los casos de los expresidentes encartados. Había dos expresidentes argentinos (no extranjeros), Menem y , con un pie dentro de la celda. No podía ignorar justo él, porque nadie lo ignoraba en ningún ámbito de la Justicia, que un día después de sus explosivas declaraciones Menem quedaría absuelto en la causa del contrabando de armas por una inverosímil resolución de la Cámara de Casación Penal.La Justicia demoró hasta lo insoportable una resolución por esa causa y terminó liberando a todos porque el "tiempo razonable" ya había pasado. ¿El tiempo razonables es, acaso, el tiempo que consumió la Justicia llevando hasta la eternidad las tretas y los plazos procesales? La Justicia ha hecho una sátira de sí misma. Garavano se metió solo en ese lodazal hablando por radio con un periodista hiperkirchenerista. Es probable que los senadores peronistas tomen el caso Menem como un precedente para negarle a la Justicia el desafuero de Cristina Kirchner, a quien el juez le ordenó la prisión preventiva. Bonadio no reclamó todavía el desafuero de Cristina al Senado porque espera que su resolución sea ratificada por la Cámara Federal. Quiere que sean dos las instancias judiciales que condenen a prisión a la expresidenta para accionar el mecanismo...

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