Cambiar hoy para evitar los problemas del futuro

MAR DEL PLATA.- Para los tiempos que corren, los cerca de 3000 asistentes al Congreso Tecnológico CREA 2014 que se desarrolló en simultáneo en tres sedes, Santiago del Estero, Rosario y Mar del Plata, realizaron un esfuerzo sobrehumano: se desconectaron dos días de las angustias de la semana para pensar el mañana, 2020. Con esta singular operación se toparon con los desafíos que presentan cuestiones muy complejas que el cortoplacismo imperante mantiene debajo de la alfombra. ¿Cómo producir más con menor impacto ambiental?, ¿ cómo evitar que las soluciones de hoy sean los problemas de mañana?Con más de treinta expositores que comprimieron su mensaje enquince minutos se analizó el rol que juega la tecnología en la producción de alimentos en forma amplia y objetiva, pero también menos optimista que la habitual, casi de manera desencantada. Esta vez se midieron tanto los beneficios que trae esta herramienta ineludible para los saltos productivos como las consecuencias que provoca. La mayoría de las exposiciones tenía como conclusión que las tecnologías son útiles si persisten en el tiempo y esto depende en buena parte de cómo se las utiliza. Por lo que es indispensable tener transparencia en la información y capacidades para hacer el análisis crítico para evitar que las tecnologías que se aplican actualmente sean un problema en el futuro."Les voy a hablar del lado oscuro de la Luna. El esfuerzo que hacemos para comprender la naturaleza y la dinámica de los problemas que derivan de nuestro modelo agrícola, fuertemente tecnológico, son escasos. Tal vez por eso cedemos a la tentación de las soluciones tecnológicas, buscando respuestas simples a los grandes problemas que hoy quitan el sueño a productores y asesores", señaló Emilio Satorre, profesor titular de la Cátedra de Cerealicultura en la Facultad de Agronomía de la UBA, investigador del Conicet y coordinador académico de la Unidad de Investigación y Desarrollo de Aacrea. Entre las causas del mal dormir de los productores está sin duda la aparición de malezas resistentes a glifosato. Como se sabe, el uso continuado de una tecnología efectiva aplicada en grandes extensiones generó nuevos problemas. "Actualmente hemos aumentado el número de aplicaciones de herbicidas en los cultivos de soja, con productos de mayor residualidad, con lo que hemos extendido el período de controles en el barbecho y el cultivo. Estamos así nuevamente expandiendo una tecnología de impacto equivalente y construyendo el camino hacia...

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