La Cámara de Casación es el nuevo blanco de la embestida kirchnerista

Sin borradores para los proyectos anunciados, y sin el consenso necesario en el Congreso para aprobar la reforma que busca licuar el poder de los jueces federales, el kirchnerismo y sus dirigentes afines avanzan por la vía alternativa de las denuncias y las sanciones a los jueces para modificar la integración del Poder Judicial. Alberto Fernández reconoció que empezó una nueva etapa: "el tiempo que viene es un tiempo que necesita otra actitud", dijo en la entrevista a C5N el domingo pasado, cuando confirmó que se aproximaba la salida de Marcela Losardo.

Tanto Fernández como Cristina Kirchner reconocen el peso de las cuestiones judiciales en la agenda del Gobierno, que queda evidenciado en la cantidad de declaraciones públicas sobre la Justicia y los jueces (con nombres propios).

Al no tener la mayoría requerida en el Consejo de la magistratura para iniciar un juicio político pero sí la necesaria para sancionar, aplicar sanciones se perfila como una apuesta del kirchnerismo al desgaste de algunos jueces. Según el reglamento del Consejo de la Magistratura, la acumulación de sanciones es una de las causales de remoción.

La Cámara Federal de Casación Penal se convirtió en uno de los nuevos targets del Gobierno. En ese tribunal fueron confirmados fallos muy adversos para la vicepresidenta y sus exfuncionarios, y también hay decisiones pendientes que la involucran, como el destino de la causa dólar futuro y el de la causa por espionaje ilegal contra la ex cúpula de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista. Además es la instancia que decide sobre los tribunales orales, donde la vicepresidenta tiene al menos cinco causas.

Cristina apuntó nítidamente contra la Casación en las últimas dos semanas. Una, durante su alegato por la causa dólar futuro, en el que señaló no solo a los dos jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña (que el año pasado confirmaron la constitucionalidad de la ley del arrepentido en la causa de los cuadernos) por no haberle permitido hacer la audiencia de manera presencial, sino también cuando aludió a Gustavo Hornos.

Y la otra, en un tweet emitido la semana pasada sobre el escándalo protagonizado -una vez más- por el camarista de Casación Juan Carlos Gemignani. Hornos y Gemignani ya recibieron los misiles del Gobierno. Igual que Eduardo Riggi, otro juez de la Casación que fue denunciado por el abogado de la vicepresidenta, Carlos Beraldi, por supuesto encubrimiento a Mauricio Macri.

Gemignani fue denunciado nada menos...

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