Calentamiento global: nuestra casa está en llamas

En 2050 Londres tendrá la misma temperatura que hoy tiene Barcelona. Caminar por Madrid se sentirá como hacerlo en una ardiente Marrakech. Y la gélida Moscú tendrá un clima similar al de Detroit. Estas proyecciones surgen de , en Suiza, en el que sus investigadores analizaron cómo impactará el cambio climático en más de 500 ciudades de todo el mundo. Sus conclusiones son abrasadoras: de acá a solo treinta años, el 77% de las principales capitales habrán experimentado temperaturas extremas sin precedentes. Y eso que las estimaciones están basadas en escenarios conservadores.En tiempos de incertidumbre generalizada, algo es seguro: el futuro será caliente. Muy caliente. Buenos Aires tendrá un clima muy similar al que hoy tiene, por ejemplo, Sidney. Según el mismo estudio, el cambio promedio de temperatura que nos espera es de 1,5 grados, con un aumento máximo probable en verano de 2,4 grados. ¿No parece demasiado? En 2003 una histórica ola de calor azotó a Europa. La suba de temperatura fue de 4 grados y le costó la vida a 35.000 personas. Las crónicas cuentan que las familias francesas huían del calor dejando cadáveres descomponiéndose en sus casas de vacaciones.Y si un peligro inminente de morir por un golpe de calor no es preocupación suficiente, quizás lo sea el golpe al bolsillo. El calentamiento terrestre es una pésima noticia para la economía: un aumento de 2 grados de la temperatura global podría reducir el PBI mundial hasta un 7.5% para 2050, según la consultora Oxford Economics. El impacto es similar al que estiman que nos costará la pandemia del coronavirus.¿Esto significa que debemos despedirnos de los inviernos fríos y guardar la ropa de abrigo para siempre? No exactamente. El cambio climático es un proceso lento pero acumulativo. Así lo explica la científica e investigadora del CONICET Inés Camilloni: "Existe una tendencia a que los inviernos sean progresivamente más cálidos pero enmarcados en una fuerte variabilidad, esto significa que cada año no es necesariamente y en forma sucesiva más cálido que el anterior".Pero no hay que esperar a transpirar para darnos cuenta de que ya estamos entrando en la era del calor. Como señala la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la última década ya fue la más caliente jamás observada. El 2016 fue el año más caluroso en la historia de la Tierra. Lo sigue 2019 en segundo lugar. Y el pronóstico para 2020 ya enciende luces amarillas. O rojas, si miramos las elocuentes mapeando los miles de...

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