La caída muestra el peor rostro del kirchnerismo

La derrota probable está derrumbando la leyenda antes de tiempo. Personajes fanáticos, racistas y sexistas, que antes se escondían detrás del éxito electoral del peronismo kirchnerista, convierten sus deplorables frases en un crimen político contra su propio candidato. Los intendentes del conurbano se están despidiendo sin pagar sus deudas. No tienen dinero más que para los salarios. La Argentina de Cristina se queda sin dólares. Los pronósticos sobre la situación que heredaría el futuro gobierno le están cayendo encima a la propia Presidenta. Nuevas limitaciones para los que quieren viajar al exterior son otro atentado a las posibilidades de Daniel Scioli, necesitado como está de la clase media esquiva y cosmopolita.

¿Se equivocan los kirchneristas desesperados? Dirigentes razonables del peronismo y solidarios con Scioli (entre los que se cuentan no pocos gobernadores) creen que el oficialismo ha hecho una campaña perfecta para perder. Las encuestas les dan la razón. Las dos últimas mediciones hechas sobre el fin de semana indican que los números no se movieron: la diferencia sigue siendo entre 8 y 10 puntos porcentuales a favor de Macri. Incluso, la encuesta con menos diferencia, realizada por Hugo Haime, fue aclarada por su propio autor. Lo que se difundió fue sólo un aspecto parcial de su medición. La diferencia real, de acuerdo con la tendencia del voto, es de casi seis puntos, también a favor de Macri, según Haime. Es decir: Macri está ganando por una diferencia que recorre una franja de entre 6 y 10 puntos.

Una de esas encuestadoras midió también la imagen de los candidatos. Sorprende la modificación sustancial de esos números en Macri y Scioli. La imagen negativa de Macri cayó al 30% y su imagen positiva está en el 60%. El fenómeno más llamativo es el de Scoli, que nunca tuvo una imagen negativa de más del 20%. Ahora, y por primera vez en su historia política, la imagen negativa y la positiva del candidato oficialista son coincidentes: su percepción positiva es del 50% y la negativa es del 49%. Es un caso muy parecido al de Cristina Kirchner, que en los últimos años convivió con iguales porcentajes de imagen positiva y negativa.

La desesperación sucedió a la arrogancia. El kirchnerismo se preparó, hasta el 25 de octubre, para gobernar muchos años más. No eran sólo frases de tribuna. Aníbal Fernández estaba nombrando funcionarios en la provincia de Buenos Aires. Cristina Kirchner ofrecía cargos de embajadores políticos para después...

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