Cae una banda que cometía autorrobos y los denunciaba como casos de piratería del asfalto

La empresa de transporte de la familia Quinteros, oriunda de Tucumán pero radicada en Jesús María, Córdoba, era legal. Con más de 20 camiones habilitados para transportar mercadería por todo el país. Pero todo indica que se trataba de una pantalla y que, en realidad, el clan familiar era una de las organizaciones más importantes de "piratas del asfalto" del país, que en los últimos seis años habría protagonizado más de 300 "autorrobos". Un botín multimillonario.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. La investigación estuvo a cargo del fiscal Facundo Flores, a cargo de la Unidad Especial de Investigación de Delitos cometidos contra el Transporte de Cargas del Departamento Judicial de Zárate-Campana y, en las últimas horas, la Gendarmería detuvo a seis sospechosos, acusados de asociación ilícita y defraudación por administración infiel.

Cuatro de los detenidos son integrantes de la familia Quinteros (padre y tres de los hijos) y los otros dos son choferes que trabajaban para la organización. Los operativos se realizaron en Jesús María, Colonia Caroya y Villa Retiro, un barrio cercano a la capital cordobesa donde la banda de "piratas del asfalto" tenía los depósitos en los que ocultaba la mercadería hasta que era "colocada" en el mercado ilegal.

"Hay un mérito enorme del fiscal Flores. Hizo una investigación paciente y certera. Se pudo desbaratar una organización que operaba en todo el país. Es un logro importante para la actividad transportista, que era la perjudicada por la banda", dijo a LA NACION Oscar Farinelli, responsable del Departamento de Seguridad, Fiscalización y Logística de la Federación...