Qué bueno: la Fragata ya descansa en paz

Cuánto agradezco estar otra vez en el país. A mí me gustan los viajes, pero no hay caso: cada vez que salgo llego a la conclusión de que a todos les va horrible y a nosotros, extraordinariamente bien.Estuve en México y en Brasil, donde se vive un peligroso retroceso político, económico y democrático. Por ejemplo, en México no hay reelección presidencial y en Brasil hay una sola. Y lo peor: ¡no están debatiendo una reforma de la Constitución! Es decir, se entretienen con pavadas en vez de dedicarse a las gestas épicas, a las transformaciones profundas, a los cambios históricos.Además, con el dólar se vive una situación escandalosa: se puede comprar y vender sin ninguna restricción (por favor, no se lo cuenten a Máximo Kirchner: lo perdemos). Les expliqué que eso termina mal, pero no me entendieron. Lo mismo con los medios. Con irresponsabilidad total, los gobiernos dejan que la prensa diga lo que quiera. Un día se van a despertar y ya será tarde: estarán viviendo en el infierno de la libertad de expresión.Por suerte, no tuve que llegar al país para empezar a tener buenas noticias. Aerolíneas Argentinas te templa el espíritu con una batería de publicaciones muy diversas: algunas son K y otras, recontra K. También te dan unas que son ultra K. Es decir, alta literatura para todos los gustos. Yo, que se imaginan cómo echaba de menos a la señora, mitigué mi extrañitis aguda viéndola en las revistas, en los diarios y en los videos que gentilmente facilita Aerolíneas. Está bueno que el turista extranjero llegue al país sabiendo que acá manda Cristina.Ya en Buenos Aires pude empaparme de todo lo de http://www.lanacion.com.ar/1520860-proponen-juntar-dinero-en-forma-privada-para-levantar-el-embargo-de-la-fragata-libertad Mi miedo era que pasáramos a la historia como el gobierno al que un país africano de nombre futbolero le birló la nave insignia. Es uno de esos papelones de los cuales es difícil volver. Nada de eso. A la señora no le sacaron la Fragata. La entregó ella, con una frase florida y bajo una lluvia de aplausos. Gran idea. Siempre hay que revestir las derrotas con el ropaje de victorias heroicas. Kirchnerismo no es no perder. Es no admitir nunca que perdimos.Victoria en toda la línea fue la de Timerman: le pudo dar la mano a Ban Ki-moon y hasta sacarse una foto con él. Ban Ki-moon da la mano unas 300 veces por día, incluso a tipos que van a verlo y no sabe ni cómo se llaman, pero me parece que en este caso fue distinto. La foto lo dice todo. Detrás de esa...

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