Buena yunta: el tango y el rock se vuelven a cruzar para potenciar sus visiones estéticas

En el convulsionado 2001 argentino, la Orquesta Típica Fernández Fierro irrumpió en la escena local para patear el tablero, dejar al tango patas para arriba, practicarle reanimación cardiopulmonar y revivirlo para toda una nueva generación sin más trucos en las manos que su actitud rebelde, un sonido compacto y una imagen demoledora, con la independencia como estandarte, mostrándoles también el camino a seguir a las nuevas camadas de rockeros.

"Ellos tuvieron la intuición, la astucia y la voluntad de tomar un lugar que estaba virgen, porque la Fernández Fierro es como el eslabón perdido del tango y lograron lo que el tango tendría que haber hecho hace cincuenta años. Al tango le faltó gente como ellos en los años 70. Hoy la Fierro trasciende al tango y eso la convierte en una especie de fenómeno cultural argentino". Se puede inferir que Palo Pandolfo es palabra autorizada si se trata de hablar sobre el nuevo tango. De hecho, al frente de los grupos Don Cornelio y la Zona y Los Visitantes, Pandolfo resultó una influencia clave para toda esa legión de jóvenes que con la llegada del nuevo milenio le aplicaron una transfusión de sangre al tango y lo devolvieron revitalizado a la noche porteña.

"Yo tenía 13 años cuando Palo irrumpió en escena y me recopaba su música, su poesía y su actitud también", recuerda Yuri Venturín, fundador, compositor y director musical de la Fernández Fierro. Aquel amor adolescente por la lírica de Pandolfo llevó a Yuri y al resto de sus compañeros de orquesta a convocarlo para que escribiera un tango para ellos.

"Yuri vino a verme a un show y me dijo que estaban componiendo tangos, pero que no les convencían las letras. Me acuerdo de que me pidió una sola cosa: tragedia, queremos tragedia. Así nos conocimos y la verdad es que me pegó que alguien me pidiera una letra de tango. Fue todo un desafío".

Aquella madrugada, en la puerta de un local de San Telmo, Palo y Yuri sellaron una amistad que ya cuenta con varios capítulos musicales y que este año prometen revalidar con dos hechos inéditos hasta aquí: un concierto compartido (el 16 de marzo, en el Teatro Xirgu) y un álbum compuesto espalda contra espalda.

"Ahí fue cuando escribí 'Azucena Alcoba', en donde fui al nudo gordiano del tango. Cuando se lo mostré, me dijeron que era como una milonga lenta. ¡A la mierda! Me pareció muy fuerte. Porque ellos te interpelan siempre. De hecho, tocar con ellos también me interpela. El show con la Fernández Fierro me pone en un lugar...

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