Los británicos y la UE

Los británicos concurrirán mañana a las urnas para pronunciarse en un referendo especial acerca de su permanencia en la (UE).

Tras largas negociaciones, el primer ministro obtuvo un trato especial por parte de la UE para Gran Bretaña, para el supuesto de una decisión positiva que aprobara la permanencia. Entre otros temas específicos, se abordaron el de los beneficios para los hijos de europeos que trabajan en el Reino Unido, pero que tienen a su familia fuera de él; los beneficios de seguridad social que corresponden a los ciudadanos de otros países de la UE que, no obstante, trabajan en Gran Bretaña; la posibilidad de mantener para siempre la libra esterlina como moneda nacional, sin obligación de tener que adoptar el euro, y la protección de Londres como estratégico centro financiero, sin que las normas y reglamentaciones europeas lo limiten o restrinjan.

Las quejas de algunos británicos contra la UE son sonoras y tienen que ver con el constante exceso de regulaciones y reglamentaciones que origina y con los fuertes sobrecostos consiguientes. Se suma esto a cierta urgencia para que Gran Bretaña no renuncie a su derecho de controlar ella misma sus propias fronteras, especialmente cuando una ola de inmigrantes procedentes de Medio Oriente y del norte de África se está instalando masivamente en el Viejo Continente.

El primer ministro David Cameron ha hecho campaña a favor de permanecer en la UE. El Partido Conservador británico, dividido, ha asumido una posición de neutralidad. El Partido Laborista, en cambio, está claramente a favor de no alterar la situación actual. Los liberales demócratas, también. Los independientes, por su parte, quieren ver a su país fuera de la Unión y pujan, con cuatro...