Brasil captura a un capo de la Camorra, prófugo desde 1984

RÍO DE JANEIRO.- Luego de una amplia investigación, y en un operativo que contó con la colaboración de Interpol y las autoridades italianas, la policía federal brasileña capturó ayer en Recife al capo mafioso Pasquale Scotti, considerado jefe del brazo armado de napolitana, uno de los hombres más peligrosos y buscados de Italia. Estaba prófugo desde hacía 30 años, escondido en Brasil.

Scotti, de 56 años, había sido condenado a reclusión perpetua en Italia por los delitos de tráfico de drogas, extorsión, resistencia, portación ilegal de armas de fuego y por su responsabilidad en 26 homicidios ordenados por el capo de la Raffaele Cutolo, "Il Professore", que cumple prisión de por vida en su país.

El capo había sido detenido por las fuerzas de seguridad italianas a finales de 1983, pero logró escaparse durante la Navidad siguiente cuando se recuperaba de unas heridas en un hospital de Caserta.

Blanco de una intensa búsqueda por toda Europa, llegó incluso a pensarse que Scotti, también conocido como "L'ingegnere", "Pasqualino" y "Collier", había muerto.

Sin embargo, el criminal italiano se había refugiado desde 1986 en Brasil, en la capital del estado de Pernambuco, donde, después de someterse a cirugías estéticas, vivía bajo la identidad falsa de Francisco de Castro Visconti.

Scotti pagaba sus impuestos y votaba. Se presentaba como empresario de una firma de importación de alimentos, además de tener diversas inversiones inmobiliarias, incluso en una discoteca. Casado con una brasileña en 1995, tiene con ella dos hijos adolescentes. Según Scotti indicó a la policía federal, su familia local no tenía idea de su pasado mafioso.

"Es la captura más importante no sólo de este grupo, sino de la historia de Interpol en Brasil", destacó el comisario Valdecy Urquiza, jefe de la unidad de Interpol de la policía federal brasileña. "No ostentaba riqueza, era una persona que buscaba resguardarse bastante. No se presentaba mucho en público y procuraba mantener una vida reservada", agregó Urquiza.

Las autoridades policiales brasileñas tenían indicios de que Scotti recibía dinero de instituciones italianas, y se cree que usaba sus empresas para lavar dinero de la mafia.

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