Boudou y la confesión de Vandenbroele: '¿Qué puede decir? No me afecta en nada'

La escena bien pudo haber tenido lugar hace décadas bajo una sombrilla en Playa Grande. y su amigo comparten una milanesa con papas fritas del mismo plato con dos Cocas Light. Mirada al infinito, brisa fresca en el rostro. Pero ocurrió ayer y con los dos amigos presos. Todo se dio al mediodía mientras estaban sentados en el banquillo, sobre el escritorio de sus abogados, en un cuarto intermedio del juicio que enfrentan acusados de quedarse con las acciones de Ciccone, la imprenta que imprime el papel moneda.

Comían tranquilos, con comentarios alegres, sin demostrar preocupación por la prometida declaración del viernes de como arrepentido. Para la Justicia, Vandenbroele fue el testaferro de Boudou para quedarse con la imprenta.

"Me chupa un h... lo que diga, ¿Qué puede decir? No me afecta en nada", le confió Boudou -envalentonado- a sus allegados. El ex vicepresidente dice que no lo conoce. Pero Vandenbroele puede decir que efectivamente lo conoce y que trabajaba para él, por medio de Núñez Carmona, que es lo que declaró su ex esposa Laura Muñoz. Si habla podría, por un lado, complicar a Boudou y a empresarios privados que supuestamente brindó financiamiento para la ex Ciccone apenas desembarcó el grupo de Vandenbroele (o de Boudou, según como se lo mire).

Ayer se mencionaba al banquero Jorge Brito, que podría haber financiado el giro comercial mediante cooperativas, "Está todo en peritaje", se escudan en el juzgado de Ariel Lijo.

Vandenbroele no estuvo presente en la audiencia del juicio de ayer, pero sí en el comentario de todos. Declarará ante el fiscal Jorge Di Lello en la parte residual del caso Ciccone que está en instrucción, pues la ley del arrepentido señala que no vale arrepentirse en el juicio oral. Pero los abogados se extrañaron de que hubiera anunciado su declaración el lunes y la concretara el viernes, y se preguntaron qué busca en estos tres días. Los menos imaginativos hablan de un ingreso como imputado protegido, los maldicientes recuerdan que hace un mes buscaba negociar con funcionarios del Gobierno su declaración a cambio de un millón de dólares. Les dijo a sus allegados que tiene mucho miedo por su vida, a pesar de que se decidió a hablar porque Boudou y Núñez Carmona están presos, y porque le falta dinero.

Las idas y vueltas de Vandenbroele quedaron reflejadas en el expediente. El viernes pidió cambiar de abogado y solicitó una reunión con el fiscal Marcelo Colombo, quien le explicó los alcances de la ley del...

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