Boudou quedó a cargo del Ejecutivo, pero aislado y sin actividad oficial

atraviesa el verano más aciago de los últimos años. Acompañado sólo por su grupo de colaboradores, totalmente alejado de la gestión y con escasos contactos con la primera línea del Gobierno. Así transcurren los días de enero para el vicepresidente, http://www.lanacion.com.ar/1658477-la-presidenta-partio-a-cuba-y-podria-ver-a-fidel-castropor el viaje de a Cuba. Lejos del foco mediático, Boudou pasa la mayor parte del tiempo recluido en su despacho en el Congreso.Hasta anteayer, la Presidenta no se había comunicado con su compañero de fórmula para combinar una agenda común por la ausencia de la mandataria. Según pudo saber LA NACION, tampoco hubo una indicación especial para el vicepresidente. Incluso, no está previsto que tenga alguna actividad oficial.Sin injerencia en la toma de decisiones, Boudou estuvo dos veces en los últimos días en la Casa Rosada, siempre para mantener encuentros con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. También se lo pudo ver en la vuelta de la jefa del Estado tras 34 días de ausencia pública, donde presentó el plan para la inclusión social de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Boudou, siempre sonriente, se sentó en la primera fila del palco.El vicepresidente, que estuvo a cargo del Poder Ejecutivo por la licencia de Cristina Kirchner durante más de 45 días, se muestra tranquilo, aunque no disimula su mal humor por el escaso margen de maniobra que le dejaron. Ya ni siquiera lo consultan por cuestiones económicas. Tras varias jornadas de convulsión financiera, nadie le requirió su opinión, aunque fuentes cercanas al marplatense aseguraron que Boudou "nunca estuvo...