Billar a 5 bandas con la música portátil

Ella quería un dock para oír música con el iPhone, esos en los que enchufás el teléfono, por lo general en posición vertical. Con astucia, me pidió que la acompañara a comprarlo. Me conoce. Sabe que hay una forma sencilla de arrancarme un secreto: poner música en un equipo de poca fidelidad.Soy extremadamente cargoso con eso. Algunos pensarán que lo hago de puro esnob o para darme corte. Pero no. Sufro en serio el audio de mala calidad.Cuando cambié mi auto, en 2011, antes de decidirme por el que me parecía que cuadraba entre mis necesidades y mi presupuesto, le pedí al vendedor una última cosa. "¿Puedo oír cómo suena?" Me miró como si la realidad se hubiera fracturado. Dudó, pobre, e imagino que se figuró víctima de una cámara sorpresa. Me excusé de inmediato. Mi abuelo Torres tenía un bazar y admiro a los buenos vendedores, y éste era uno de esos. Le expliqué que me gustaría oír cómo sonaba el autoestéreo. Suspiró aliviado, fui a comprobar el audio, que resultó más que decente, y con eso cerramos el trato. Juro que de haber sonado a lata cambiaba de coche.Un Transformer versus el maestro zenEn fin, ahí estábamos, en un local de electrónica, preguntando por docks para el iPhone. Había dos modelos. Uno era bastante caro, pero tenía una facha tan futurista que te convencía, sin haberlo oído, de que debía sonar como la Sinfónica de Viena en vivo. El otro era menos costoso y de un diseño circular y minimalista que, claramente, no podía competir con el primero. ¿Cierto?Un minutito, por favor.Tras la esplendente exhibición visual, el vendedor se quedó aguardando nuestra elección. Por mi parte, me quedé esperando que demostrara lo único que realmente cuenta: el sonido. Pero no hubo reacción alguna.Pedí, por lo tanto, probarlos. Esto causó una breve conmoción. Para peor, los equipos estaban en puestos diferentes, distantes el uno del otro, y pretendieron que los escuchara por separado. Tuve que aclarar –ya un poco fastidiado– que quería probarlos uno al lado del otro. Pocas cosas son más evidentes en cuanto a cómo suenan dos sistemas de sonido que pasar de uno a otro en el mismo entorno y con unos pocos segundos de diferencia. Eso te dice enseguida cuál es mejor. O cuál te gusta más, para el caso.Como no parecían encontrar una solución a mi solicitud, y ante el desconcierto general, tomé el equipo futurista del estante y me lo llevé hasta el puesto donde estaba el otro. El encargado del local me miraba con tanto asombro e indignación que me dieron ganas de...

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