Bianchi va por el cambio y la imposición de su idea

Se corta el aire. El silencio es el dueño de todo. La sensación de pesadumbre se huele. Los gestos duros se perciben a simple vista. El dolor es real, aunque es un sentimiento para el que Boca estaba preparado. Es que el grupo entendía íntimamente que la eliminación del Copa Liberadores era una posibilidad cierta. Fue Newell's, por penales, pero la cuestión es un poco más profunda. El fastidio, las molestias y la decepción se concentran porque no se logró imponer un proyecto y las cosas no se desarrollaron como Carlos Bianchi lo esperaba. Ahora, todo será diferente, no habrá herencias, todo tendrá la impronta del Virrey.Los humores resultaron lógicos, la falta de risas casi una consecuencia natural. Y los actores, los jugadores, saben que incluso el momento excede la frustración de no haber podido continuar en el certamen que era la prioridad de todo el grupo. "La verdad es que esto que pasó es lógico. La suerte un día se iba a terminar", se lo escuchó decir a uno de los hombres fuertes del plantel.Hubo una charla de cinco minutos entre el DT y el plantel y después continuó un diálogo con Orion de unos 10 minutos. Pero quizás en el enojo con el que dejó la práctica, en pleno desarrollo, Lucas Viatri, se pueda graficar la tensión del aire. El delantero saltó a disputar un balón y cayó mal; se paralizó la práctica, se acercaron a ver cómo estaba y Viatri se sacó la pechera, se la dio a Bianchi y dejó el ensayo táctico. Todos sus compañeros se quedaron mirando su salida, casi sin comprender bien qué había sucedido (Viatri sufrió un esguince). El DT pretende que este tipo de situaciones se terminen. Que más allá de los fastidios por una lesión se acaben los desplantes, las reacciones intempestivas y comience a primar el bien común.Por eso, apenas un día después de la salida de la Copa, se comienzan a sacar conclusiones de lo que será el nuevo Boca de Bianchi. Y allí aparece la figura de Juan Riquelme. El técnico quiere que sus jugadores tengan la identidad de la vieja escuela. De "su" vieja escuela, que comprendan lo que él pretende. Algo que no consiguió con la mayoría de este grupo y con muchos de los juveniles.Quizá por eso ya les pidió a los dirigentes que se encarguen de negociar con Franco Cángele, que hace seis meses se entrena con el grupo y que estaba como jugador libre, después de su paso por Turquía (Kayserispor). La intención del Virrey, más allá de las...

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