Berni rechazó la renuncia del jefe policial y crece la tensión en la protesta

La tensión dentro de la policía bonaerense quedó visibilizada con cientos de móviles fuera de sus zonas de patrullaje. La protesta de la mayor fuerza de seguridad en la Argentina aumentó este martes, pese a que el gobierno de Axel Kicillof prometiese unEn casi todos los municipios del conurbano se observan piquetes policiales que exponen los reclamos de los agentes. Uno de los ejes principales de las manifestaciones del personal en actividad, con sus uniformes y armas reglamentarias, pasa por la zona conocida como Puente 12, en La Matanza, donde el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, instaló hace un tiempo su puesto de comando diario. Allí, ese funcionario y los máximos jefes policiales buscan conseguir un diálogo con representantes de los agentes. Aún no tuvieron éxito en ese intento.Berni rechazó la renuncia presentada por el jefe de la policía bonaerense, comisario Daniel García, luego que este fuese rechazado como interlocutor válido por los manifestantes. Cerca de la medianoche, un grupo de policías se acercó a la puerta de la sede de comando donde pidió, con gritos e insultos, que "aparezca" el ministro bonaerense.Voceros policiales y gubernamentales manifestaron que la seguridad ciudadana no quedó perjudicada por esta medida de protesta, pero en todos los lugares de concentración de uniformados se pueden visualizar patrulleros que no cumplen con sus tareas. Esta situación se produce en momentos en que el delito golpea fuerte en el conurbano, con la inseguridad transformada en la mayor preocupación de los vecinos en esta época de cuarentena.Esa inquietud colectiva por los sucesivos casos de violencia urbana llevó al gobierno nacional a lanzar, la semana pasada, un que implica, entre otros puntos, una inversión de $ 38.000 millones destinada a la construcción de cárceles y adquisición de equipos para la policía. No hubo en ese anuncio un mensaje sobre los sueldos policiales y eso habría generado el malestar que se hizo público en las últimas horas. Los uniformados reclaman un incremento salarial del 56 por ciento.Sin embargo, más allá de la disputa por las cifras del posible aumento, la medida dejó lesionada a la conducción de la fuerza provincial. El propio jefe de la policía bonaerense, comisario general Daniel García, intentó abrir un canal de diálogo directo con los manifestantes y tuvo que irse entre silbidos de desaprobación."El primer punto, ningún tipo de represalias, tienen mi palabra que será así. Lo dije anoche...

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