El BCRA bajó apenas la tasa para evitar que el dólar impulse más la inflación

El Banco Central (BCRA) dispuso ayer la primera baja de los últimos trece meses en la tasa de interés de referencia para la economía, al reducirla del 28,75 al 28% anual, una poda inferior a la esperada. El objetivo es evitar que el alza del dólar se traslade a los precios y acelere la inflación.

Así, el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, cumplió el compromiso que había asumido ante el Gobierno de adaptar su política a la flexibilizada meta de inflación y dejó en claro que será él quien defina los tiempos de esa adecuación.

La entidad explicó que será "cautelosa" en la adecuación de la política monetaria a la nueva meta de inflación del 15% anual al sostener que "naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero menos contractivo que el que antes se preveía".

Sin embargo no obvió las condicionalidades que enfrenta para relajar su política monetaria, al reconocer que se estima "que el IPC de diciembre reflejará el fuerte aumento de precios regulados y cierta incidencia directa de esos precios en la inflación núcleo".

Esta situación había sido advertida últimamente en el mercado, como dejaron ver los movimientos del dólar (que ayer directamente operó a la baja aun cuando justo esa divisa se encareció en el mundo, por una fuerte suba de tasas en Estados Unidos) y de las tasas de interés de corto plazo. De allí que las apuestas, que habían estado jugadas hacia una poda fuerte en la tasa, cambiaron hacia un consenso sobre una "baja simbólica".

La lógica que guió esa conclusión fue la siguiente:

Si el BCRA bajaba en más de 200 puntos, la tasa se exponía a dinamizar la carrera alcista que ensayó el dólar que, al comenzar a impactar sobre los precios, terminaría dando nuevo impulso a la inflación. "Así no solo dilapidaría la ganancia de competitividad cambiaria de las últimas semanas, sino que hasta se podría poner en riesgo el cumplimiento de la nueva meta", explicó el economista de Eco/Go, Federico Furiase.

Ese recorte, al tener impacto sobre el tipo de cambio, dejaría al BCRA mal plantado de cara al vencimiento -la semana que viene- de un tercio de la deuda que tiene asumida en Lebac, exponiéndose al riesgo de que la liquidez liberada terminara alimentando una corrida contra el peso.

Ambos supuestos estuvieron detrás de las señales de reversión que mostró ayer el dólar en la plaza local al cerrar en baja, paradójicamente, justo cuando pasó a subir en el mundo, ante...

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