Barrabravas fuera de control

Los barrabravas acaban de dar otra muestra de que no reconocen límites a la hora lograr sus objetivos. Esta vez no fue en un estadio ni en sus adyacencias donde desplegaron sus bárbaros métodos, sino en pleno centro porteño, cuando pretendieron tomar el edificio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en Viamonte al 1400.El hecho ocurrió el martes por la noche y fue protagonizado por unos identificados con distintos clubes de primera división y del ascenso, agrupados bajo el nombre de Hinchadas Unidas Argentinas, la ONG apadrinada por Néstor Kirchner que sólo sirvió para que los mafiosos del fútbol gozaran de toda clase de prebendas.Con la excusa de pedir el regreso del público visitante a los partidos de los campeonatos locales, pero con el fin último de reclamar entradas para el mundial que comenzará el mes próximo en Brasil y, sobre todo, impunidad para sortear y poder viajar a ese evento, se congregaron en la esquina de Viamonte y Uruguay, y desde allí intentaron ingresar en la AFA para realizar sus petitorios.Las fotos de esa noche del martes que dieron la vuelta al mundo mostraron uno de los rostros más nítidos y desagradables de la Argentina de estos tiempos, el del caos y el vandalismo que pueden generar un grupo de personas al amparo de la incapacidad de quienes deben garantizar el orden.Trepados a las propias vallas levantadas por las fuerzas policiales, a marquesinas, a semáforos e incluso a balcones de edificios vecinos, los delincuentes entonaron cánticos contra quien hace ya muchos años les permitió desarrollarse y generar toda clase de negocios espurios, el presidente de la AFA, Julio Grondona, y amenazaron con tomar la casa del fútbol a cualquier precio.Tanta fue la presión y tan endeble la posición de quienes debían poner orden, que finalmente once de los barrabravas lograron que se los recibiera dentro de la AFA, donde presentaron sus reclamos. El más importante, el de la impunidad para viajar a Brasil, se originó luego de que la jueza Cecilia Gilardi Madariaga de Negre...