Barcelona: las claves del método Luis Enrique

Mientras Luis Enrique iba dibujando su Barcelona, antes que cualquier posible refuerzo o sistema táctico, la primera palabra que aparecía en su libreta de observaciones era "intensidad". Y ese fue el punto que atacó desde el primer entrenamiento, en julio de 2014. Analizó la herencia que le había dejado Gerardo Martino y la primera tecla a ajustar fue la de los ritmos y las velocidades en cada ejercicio, algo que después se vería reflejado en los partidos. Más allá de algunas ideas que creía el equipo debía recuperar, el punto estaba en la forma.

Por eso, no es casual que uno de los términos más repetidos en "El Método Luis Enrique", libro escrito por Lluís Lainz, sea "intensidad". Es la palabra que traza un puente entre su carrera como jugador y la mentalidad con la que luego empezó a entrenar, porque así lo hizo en el Barcelona B, Celta de Vigo y Roma. Y fue lo que aplicó desde la hora cero en su querido Barça.

El desafío no era sencillo. Todo lo contrario. El equipo parecía haber tocado fondo tras un final de ciclo en el que había llegado a la cima del planeta con Josep Guardiola. Hasta dio la impresión de que las modificaciones tácticas y futbolísticas de Martino no habían sido contraproducentes, sino que habían logrado que la merma futbolística no sea más pronunciada aún. Sin embargo, fueron varias las cosas que modificó el español para recuperar el poderío del Barça, al punto de volverlo a poner en la cúspide futbolística a días de disputar el Mundial de Clubes en Japón.

Al principio, Luis Enrique paraba más prácticas para corregir detalles tácticos o para pedir mayor intensidad. Está convencido de que cuando alguien no actúa con la intensidad necesaria, no lo incluye o le resta protagonismo en los partidos. Necesita ver en sus dirigidos un ritmo y una tensión competitiva constantes. Y el equipo está por encima de todos. Se llame como se llame. Una vez, en 2014, una cámara de televisión tomó a Gerard Piqué en el banco de suplentes (había sido reemplazado ante Espanyol) marcando su teléfono celular. Estuvo tres partidos sin jugar. Messi siempre pasa las fiestas en Rosario, pero el DT le pidió que regrese a los entrenamientos el 30 de diciembre, como todo el mundo. Leo no lo hizo y eso generó un cortocircuito. También tuvo un cruce con el argentino por una falta no cobrada en un entrenamiento, pero -como lo demostraría el tiempo- ambos pudieron reencauzar la relación.

¿Cuáles fueron las primeras medidas futbolísticas de Luis Enrique...

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