Barça buscará desafiar a la historia: Messi por siempre

BARCELONA.- Entre el ruido de los cohetes de la fiesta del Barça, a Luis Enrique se le presenta el dilema en apariencia inconcebible que hace tres años vivió Pep Guardiola: ¿Debe seguir o retirarse del mando de un equipo que roza la perfección y devora campeonatos?

Guardiola se convenció de irse porque intuyó que en adelante no podría imponer su criterio en el club si chocaba con los deseos de Lionel Messi. A Luis Enrique le toca decidir con aquella percepción convertida en una política de Estado.

La dirigencia de Barcelona se propone construir el futuro de la institución alrededor de su principal empleado, causa y efecto del triplete sellado el sábado ante la Juventus en la final de la Champions League.

La prioridad es retenerlo por siempre. Darle el gusto de mantener a los compañeros que quiere y complementarlo con las estrellas que falten para agigantar la leyenda de esta era del fútbol en construcción. A punto de cumplir 28 años, Messi atesora con el Barça cuatro copas de Europa, una menos de las que obtuvo el mítico Real Madrid de Alfredo Di Stéfano a fines de los 50. La historia a la alcance de la mano.

Después de invertir años en descifrar sus silencios, de sufrir sus desplantes, de temer sus revanchas, el Barça pareció entender en este año de extremos la naturaleza profunda de Messi. Cómo si no, lo había explicado hace tiempo Guardiola: "De todas sus virtudes la más sorprendente es su ansía de ganar. Es el jugador más competitivo que ha pisado un campo de fútbol".

Tener contento a Messi significa ayudarlo a vencer. Cuando en enero pasado estalló la crisis en el plantel del Barça, el argentino se propuso revertir la situación pero dejó saber puertas adentro que estaba harto de perder. Que no se quedaría para contar fracasos. Llevaba desde 2013 sin celebrar un campeonato destacable.

En esos días de guerra fría con Luis Enrique, Messi hizo uno de esos gestos de poder particulares que moldean su estilo de liderazgo. Le dio a "seguir" en el perfil del Chelsea en Instagram. ¿Era una señal de que quería irse?

Al fin de semana siguiente explotó el tridente con Luis Suárez-Neymar que marcaría el récord 122 goles en la temporada. Se acabaron las derrotas. Aseguró la Liga, arrasó con la Copa del Rey y construyó la gloria europea a costa de los campeones de Inglaterra, Francia, Alemania e Italia.

Además de deslumbrar con su evolución técnica y táctica, Messi se recibió de líder. Se impuso en el pulso con el técnico, al que convenció con hechos...

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