Con bajas en el año electoral, el PJ se juega su futuro en el ballottage

El peronismo se juega su futuro en la segunda vuelta. Sin cuarto oscuro, ni boleta, el partido enfrenta dos alternativas en pugna: la unidad detrás de la figura de Daniel Scioli, si es elegido presidente; o la implosión interna en la que los sobrevivientes pelearán por un nuevo liderazgo.

"Hay algo de expectativa", se aferra, con más fe que certeza, un dirigente del interior. El PJ espera el milagro: llega al ballottage extenuado, perforado por el fuego amigo de la línea dura del cristinismo, y con bajas entre sus más históricos soldados. Con cualquier resultado en las urnas, ya hay una camada que pasa a retiro, con el titular del partido a la cabeza. Eduardo Fellner, un cacique que presidió el sello con acuerdo de Cristina Kirchner, ya avisó que quiere dejar el puesto luego de su caída en Jujuy.

La última gran batalla por conservar el poder en la Casa Rosada llega después de un año con sabor a desguace. La pérdida mayor: la provincia de Buenos Aires, cuna y bastión del peronismo, que representa un tercio de los votos del país. No sólo el PJ se quedó allí sin gobernador propio, sino que también cedió territorio.

El revés electoral le arrebató al kirchnerismo el control de 41 municipios, y Cambiemos modificó las fichas en el tablero: María Eugenia Vidal gobernará con 65 comunas de color propio, mientras que, en un fuerte retroceso, 55 quedaron para el Frente para la Victoria, del total de 135. Fernando Espinoza, el presidente del PJ bonaerense, ya repasa esos números. Y los jefes comunales que arribaron nuevos o revalidaron en sus cargos también. "Con el nuevo reparto, vamos a discutir quién nos dirige", avizora un intendente.

En el interior del país, la tormenta tuvo un daño menor. Por eso, los gobernadores que quedaron en pie sienten que en caso de ganar Mauricio Macri, ellos adquirirán un peso específico mayor, con la jefatura bonaerense vacante. Allí se anotan Juan Manuel Urtubey (Salta), Jorge Capitanich (Chaco) y dirigentes con buen desempeño en las urnas, como Omar Perotti (Santa Fe)

Hasta diciembre, el dispositivo oficialista se nutría de 18 provincias, entre justicialistas y aliadas, para contabilizar 14 en la nueva era. No perdieron cualquier comarca. En Jujuy fue abatido Fellner, después de 32 años de gobiernos peronistas ininterrumpidos, por el radical Gerardo Morales, nuevo exponente de Cambiemos. Mendoza volvió a manos opositoras, por el acuerdo entre Pro, UCR y Frente Renovador, en su primer experimento como alianza...

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