Avanzada de Moyano en un gremio

Hugo Moyano no se queda quieto jamás. Casi de manera imperceptible, y poniendo de alfil a su hijo Facundo, afilió a la mayoría de los trabajadores de peaje que antes estaban reunidos en otro gremio. Ahora, Moyano ha empezado a construir otro pequeño imperio. De a poco y en silencio.Esta vez se trata de los trabajadores de vigilancia. Según confiaron cuatro fuentes que tuvieron que negociar algún acuerdo con representantes de este sector, al tradicional sindicato que reinaba en el sector le ha salido una competencia. Y al igual que lo que ocurrió con los trabajadores del peaje, el nuevo sindicato que amanece tiene características mucho más combativas que el antecesor.Hasta ahora, la Unión Personal de Seguridad de la República Argentina (Upsra) era el único sindicato que tenía el poder de representación de los vigiladores privados. Pero ha aparecido una cuña de la mano de Moyano y sus camioneros. Se trata del Sindicato Unico de Trabajadores Custodios y Afines de la República Argentina. (Sutcara), que le está jugando fuerte en el terreno de la vigilancia y la seguridad para quedarse con afiliados de su colega gremial.La Upsra tiene la personería gremial otorgada por el Ministerio de Trabajo. Con ese sello oficial, y tal como lo plantea la ley argentina, este sindicato es el único que tiene reconocimiento del Estado para representar a los trabajadores de un sector. Más allá de los ruegos de muchos gremios, el ordenamiento argentino establece que se otorgará una sola personería gremial por actividad. Por lo tanto, quien la tenga estará habilitado a firmar acuerdos colectivos o negociar en nombre de todos. Los demás pueden tener inscripta la personería pero nada más.Desde hace años, ha sido el Upsra el encargado de firmar todos los acuerdos colectivos con la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (Caesi). Pero todo ha empezado a cambiar.Hace pocas semanas, una de las más grandes empresas de seguridad de la Argentina amaneció con piquetes de sus trabajadores en alguno de los destinos donde prestan el servicio de vigilancia. Los abogados de la empresa salieron rumbo al Ministerio de Trabajo a solicitar la conciliación obligatoria. Al llegar a la sede laboral, los letrados se encontraron con una sorpresa. Los abogados que negociaban en nombre de los trabajadores no eran los mismos con los que se habían sentado varias veces durante los últimos años. Y tampoco el gremio, acostumbrada contraparte, era el mismo. Todo nuevo. Apareció entonces el...

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