Autovía (crucis)

Fui a Mar del Plata por una actividad académica y el hecho de ir y venir conduciendo sin acompañantes durante tantas horas me permitió concentrarme en el estado de la llamada Autovía 2. Y sufrirlo.Sería exagerado afirmar que es calamitoso, pero la precariedad de su capa asfáltica salta a la vista.No solo llama la atención que todo el tiempo varíe de colores de grises intensos a más blancuzcos, con toda una gama de matices intermedios, sino también sus parches sobre parches y lo cuarteada que está.Lejos de ser un billar parejo y suave por donde deslizarse, sus irregularidades, algunas ásperas a la vista (y también al oído, a juzgar por el batifondo que meten cuando se pasa por arriba de ellas), deparan un andar...

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