Austria, Austria... solamente tú

Fue Karl Kraus -el hombre solo que hizo él solo un diario entero, La antorcha- quien se refirió a la Viena inmediatamente anterior a la Primera Guerra como "etapa experimental para el hundimiento del género humano". No era solamente el derrumbe del imperio de los Habsburgo que sobrevendría concluido el conflicto. Lo que Kraus quería decir era que la llamada "Viena moderna" -la que se extendió de 1890 a 1918 y que él mismo moldeó, capital y núcleo de ese imperio que terminaría desintegrándose políticamente- fue el escenario de una formidable crisis cultural y una transformación radical de las artes y del pensamiento. La crítica del lenguaje de Hofmannsthal y Wittgenstein; la renovación de la arquitectura de Adolf Loos; la ruptura del orden tonal en la música; el nacimiento del psicoanálisis freudiano; los orígenes del sionismo de Herzl; la reinvención del diseño industrial, todo eso sucedió en esa ciudad cosmopolita con aire provincial. Considerada de esta manera, la Viena moderna constituyó un campo de pruebas para buena parte de la cultura del siglo XX.

El mismo día que se votaba en Austria se votaba también en Italia. Pero, a contramano de la sangre, y tal vez porque es un poco una patria espiritual para mí, en lugar del destino de Matteo Renzi yo seguí con atención la disputa presidencial entre el ecologista Alexander van der Bellen y Norbert Hofer, el líder xenófobo del Partido de la Libertad (FPÖ). Austria es un emblema y un leading case. Para entender esta condición baste recordar que el FPÖ fue creado en 1956 por un grupo de ex militares nazis y un ex oficial de las SS. Austria, que tras el derrumbe imperial se entregó de pies y manos al nazismo en la Anschluss de 1938 para convertirse en una provincia más del Tercer Reich, no cedió esta vez al populismo.

Cuando se revisa en los diarios austríacos la distribución territorial de la votación, se advierte que Van der Bellen se impuso en los centros urbanos mientras que perdió en las zonas más rurales o menos pobladas. En Viena, la diferencia fue clara (65 a 35 aproximadamente), pero ganó también en Linz, Graz e incluso en la pequeña gran Salzburgo. En uno de los artículos de su libro...