Auschwitz y los antídotos contra la barbarie

El Papa Benedicto XVI reza frente al monumento a las víctimas del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau en Oswiecim, Polonia, el 28 de mayo de 2006.

En la helada mañana del 27 de enero de 1945, la humanidad recuperaba su rostro . Había terminado la más oscura noche de la historia. Se abrieron las puertas de Auschwitz y el mundo conoció la mayor de las barbaries. En esta sucursal del infierno, en menos de cuatro años, habían sido asesinadas 1.100.000 personas, de bebés a ancianos, en su mayoría judíos, homosexuales y otras minorías. Este campo fue solo uno de los engranajes del asesinato masivo de judíos, llevado a cabo por los nazis, proceso conocido en la historia como Holocausto y que hoy se prefiere llamar Shoá (del hebreo "catástrofe").

Nos preguntamos: ¿estos hechos están muy lejos en el espacio y en el tiempo y nada tienen que ver con nosotros ? ¿O justamente lo contrario? ¿Cuáles son las herramientas para prevenir nuevos Holocaustos? ¿Nuestra cultura puede producir otro Auschwitz? ¿Por el camino de la llamada civilización se puede llegar a la barbarie?

Los pensadores del tema nos dan algunas respuestas. Señala Zygmunt Bauman: "El Holocausto se gestó y se puso en práctica en nuestra sociedad moderna y racional, en una fase avanzada de nuestra civilización". Complementa esta reflexión el investigador Henry Faingold: "Auschwitz fue también una expresión del moderno sistema fabril. En lugar de producir mercadería, utilizaba seres humanos como materia prima y obtenía la muerte como producto final (…). Reflejo del moderno espíritu científico desviado de su camino". El historiador Yehuda Bauer agrega: "Nada hay más peligroso que asesinos masivos inteligentes".

El conocimiento técnico, alejado de los valores y principios morales, puede servir para transformar en pesadilla la existencia humana. Se podría decir que la conclusión es casi una ecuación matemática: si a la cultura se le quita la ética, genera la barbarie. Decía el sobreviviente Primo Levi: "Si comprender es imposible...

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