Aunque niegan su autoría, en el Gobierno reconocen la eficacia de las 'campañas paralelas' en las redes

La imagen muestra a Néstor Kirchner que intenta abrir una caja de seguridad. En otro video se ve a y , y acto seguido aparecen los hijos de Lázaro Báez tomando whisky mientras cuentan dólares en La Rosadita. Los videos van y vienen por las redes sociales, sin control, y nadie se hace cargo de su autoría.Como con el dólar, la campaña también se desdobló en oficial y sucia o blue. "No son nuestros. No somos nosotros", aseguraron desde el comando de campaña de Juntos por el Cambio que lidera el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Aunque, cerca del ministro coordinador, admiten que son "eficientes".Mientras la maquinaria tradicional, que incluye los spots televisivos, las participaciones de los candidatos en los medios de comunicación, pintadas y carteles, toma velocidad lentamente, en las redes sociales los videos y mensajes viajan y se multiplican por cientos cada día. Si bien en Facebook, Twitter e Instagram hay un relativo control, en WhatsApp no hay forma de medir su impacto. Ahí, uno de los principales vehículos del mensaje van a ciegas, según reconocieron fuentes cercanas al ministro coordinador.Todos los días, desde el búnker macrista de la calle Balcarce, salen unos 50 mensajes a diferentes grupos por segmentos o a los voluntarios que se denominan los Defensores del Cambio, que hoy son cerca de 300.000. El tono y el mensaje están adaptados para cada público.Cerca de Peña se esfuerzan en aclarar que no hay "call centers" ni un ejército de trolls -usuarios que publican comentarios maliciosos con el objetivo de generar desconfianza en los rivales, sabotear mensajes o generar descontento- trabajando para el oficialismo. Pero en los últimos días, con la campaña electoral lanzada y la aceleración de la polarización entre los binomios Macri-Pichetto y Fernández-Kirchner, se dio una novedad: algunos candidatos del oficialismo dieron difusión a mensajes que emanaron desde ese submundo sin control.Para el equipo de campaña de Peña no es todo lo mismo. "Alberto sacado con los periodistas [sucedió esta semana] no es campaña sucia; es campaña barro", describieron desde el comando oficialista. "Nosotros no avalamos ataques personales ni mentiras", argumentaron. Es decir, desde Pro niegan con firmeza tener que ver...

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