Atleta del siglo: a los 96 años, “correr es vivir” para Efraín

El cuerpo suele ser una máquina perfecta, si se lo protege, si se lo cobija. Si todos los días se lo riega con afecto. Los ojos claros de Efraín Wachs se abren a las 7, ni un minuto antes, ni un minuto después, de modo natural. Se despereza, se baña, se afeita, se viste con una chomba, un short y las zapatillas y se prepara el desayuno. Con una buena dosis de calcio. "A mi edad y como corro, tomo mucha leche descremada. La acompaño con cuatro galletitas Quaker, con queso descremado y miel", detalla. A las 9, su sabiduría recorre la plaza San Martín, de Tucumán, donde le enseña a un grupo de ancianos el arte del atletismo. Los contiene, les aconseja. Susurros en los oídos y palmadas en la espalda. "A los 50, el cerebro empieza a perder volumen; entonces, la mejor forma de evitarlo es la actividad física", sugiere. Se trata de seguir disfrutando de las últimas páginas del almanaque de la vida. Al mediodía, los almuerzos se nutren de ensaladas y de frutas, con otra taza de leche. A lo sumo, una hora de siesta. "No tengo tiempo que perder", suscribe.

Suele leer y hojear . "Necesito mantenerme informado, porque además de ser atleta soy contador. Trabajo con asociaciones, mutuales, centros de jubilados y cooperativas. Sigo trabajando con la computadora. El celular mucho no me gusta", dice. Y completa la escena de un día cualquiera: a las 21, disfruta de un sándwich con queso descremado. Suele caer rendido en el sillón para ver televisión hasta medianoche. Noticieros, deportes, películas. Se desploma en su cama durante ocho horas. No se levanta ni una vez para ir al baño, como cualquier hombre en el ocaso de la vida.

-¿Alguna medicación para dormir?

-No tengo tiempo. Bueno, cuando me acuerdo, tomo tres pastillitas: una roja, una verde y una blanca. La roja es ginseng, la verde es para evitar la anemia y la blanca es por la próstata, porque me operaron a los 75 años. Ese día les dije a los médicos: "Voy a volver dentro de 75 años".

-¿Qué piensa de los médicos?

-Que de algo tienen que vivir. Y los farmacéuticos, lo mismo. Yo no les doy importancia, porque también quiero vivir.

Efraín suma 96 vueltas de la vida, el 12 de marzo va a cantar el 97° cumpleaños feliz. Nacido en Rosario en 1918, se recibió de contador en la Universidad Nacional del Litoral en 1945. Durante 40 años trabajó en el Banco Nación de Casilda, a 50 kilómetros de Rosario. "No falté ni un día, si nunca me enfermé. Me tomaba el ómnibus El Rosarino, ida y vuelta." Un suspiro como...

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