El Atlético de Madrid de Simeone siempre puede dar un poco más

El rival que espere que Atlético de Madrid se canse, terminará sufriendo con su energía. El que espere que decaiga en su motivación, padecerá su entusiasmo de principiante. El que espere que se distraiga, se rendirá a su concentración para no descuidar ningún detalle. Los que esperan que se caiga, no dejan de sorprenderse que se mantenga de pie, y avanzando a paso firme.

Diego Simeone no cabe en su orgullo por el rendimiento del equipo. Palabras que en otro director técnico y en distintas circunstancias sonarían a sobreactuación, a un sentimentalismo exacerbado, en boca de Simeone describen una situación que se ajusta bastante a la realidad. Obviamente que hay fundamentos futbolísticos y tácticos en estos estupendos más de dos años que el Cholo lleva en el cargo (tres títulos: Liga Europa, Supercopa de Europa y Copa del Rey), pero el combustible espiritual del técnico es fundamental para poner todo en funcionamiento. Ayer, luego del 1-0 sobre Espanyol en el Vicente Calderón, Simeone recitó gran parte del manual de autoayuda que convierte a su equipo en una fuerza poderosa:

Cuatro días después de haber eliminado a Milan y conseguido la clasificación a los cuartos de final de la Liga de Campeones después de 17 años, Atlético ratificó ayer su condición de tercero en discordia en una Liga de España que está diseñada para el duopolio de Real Madrid y Barcelona por el presupuesto ampliamente superior que administran sobre el resto de los equipos.

El 1-0 sobre Espanyol se concretó con un gol del brasileño nacionalizado (participará en el Mundial con España) Diego Costa, que se llevó a la rastra al zaguero argentino Diego Colotto. Fue el gol N° 21 en la Liga del sucesor en la formación de Radamel Falcao. Está a cuatro tantos del máximo anotador, Cristiano Ronaldo, que ayer le dio la victoria a Real Madrid en el 1-0 sobre Málaga.

Real Madrid encabeza las posiciones con 70 puntos, tres más que el Atlético de Madrid y a siete de Barcelona, que hoy recibirá a Osasuna. Disputado casi el 75 por ciento del torneo (28 de 38 fechas), Atlético desmiente los pronósticos que no le veían reservas para competir en el largo aliento contra los dos gigantes de la Liga. Simeone se fijó la meta de ir partido a partido, reconociendo en varios momentos que los candidatos al título eran los otros dos, que su Atlético estaba para "molestar". Sin cambiar radicalmente su discurso, el Cholo ya no reniega tanto públicamente de las posibilidades de su equipo.

Con este éxito...

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