El atentado en París y una sugestiva omisión

La historia mundial está plagada de hechos de . No es casual que el periodismo haya sido en tantas ocasiones . Es que el autoritarismo, el oscurantismo, el fanatismo y el odio son incompatibles con la búsqueda de la verdad y con libertades esenciales como la de expresión. Tampoco parece casual que el reciente atentado terrorista que conmueve a todo el mundo haya tenido lugar en Francia, cuna de pensadores que cultivaron las ideas liberales y que, como Voltaire, llegaron a afirmar: "Puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo".

No hay dudas de que el brutal ataque producido anteayer contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, con un trágico saldo en vidas humanas, constituye un intento por silenciar a la prensa y por sembrar miedo en todos aquellos que han optado o aún luchan por los beneficios de la libertad. Porque ninguna acción terrorista ni ningún fanatismo fundamentalista es compatible con la pluralidad de voces o con la posibilidad de disenso; tampoco, con la capacidad de interpelar la realidad y de ofrecer las diferentes campanas de un hecho que puede ofrecer el periodismo libre.

De allí que resulte conmovedor que una multitud de personas se volcara a las calles de París y de otras ciudades francesas, al igual que en otras grandes urbes del mundo, para condenar el atentado y defender enfáticamente la libertad de expresión. Hasta es muy probable que muchos de los que así se manifestaron disintieran en el modo irreverente con que los dibujantes y editores de Charlie Hebdo caricaturizaban la realidad con su particular enfoque anticlerical y tan crítico del fundamentalismo islámico. Pero ni esa disidencia impidió que aquéllos ocuparan la vía pública con carteles que llevaban la leyenda "Yo soy Charlie". Es que la libertad de expresión, madre de todas las demás libertades, no puede reconocer fronteras, ni políticas, ni culturales, ni religiosas.

Un ejemplo de esta dimensión de la libertad la dio el propio director de Charlie Hebdo, Stéphane Charbonnier, cuando, tras un ataque incendiario sufrido por su semanario en 2011, expresó: "Prefiero morir de pie a vivir de rodillas". Anteayer, murió de pie.

El presente momento en que se produjo el más grave atentado registrado en Francia en los últimos 40 años coincide con una ola de ataques de la organización terrorista Estado Islámico, que con la decapitación de periodistas estadounidenses, europeos y de los países árabes ha dado...

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