Al ataque, con la idea de no depender de otros resultados

QUITO, Ecuador.- La última jugada y en un escenario complejo. Ese es el reto que tiene la Argentina en la jornada de cierre del hexagonal final del campeonato sudamericano Sub 20, un torneo que se le hizo cuesta arriba desde el momento de la preparación y que le ofrece una mínima posibilidad de clasificarse al Mundial de Corea del Sur. Quedó en la cornisa la selección, que depende de sus propias energías, aunque también podría encontrar el aventón que la impulse a la cita asiática si hace su parte de la tarea y recibe una gratificación de otros. Una síntesis de lo que es el ciclo: desde las sospechas por la poca claridad de la elección del técnico al escaso tiempo de preparación, aunque el recorrido también incluye la desidia de los dirigentes.

Venezuela es un rival directo en la puja y el oponente que tendrán enfrente los juveniles. Es uno de los tres aspirantes a clasificarse, ya que Uruguay ya aseguró su participación en la Copa del Mundo y se quedó con la primera de las cuatro vacantes. La Vinotinto hizo un recorrido de menor a mayor y llega en su pico de rendimiento, después de vapulear 3-0 a la Celeste. En la etapa de grupos, en Ibarra, estuvo a un gol de ser eliminada por la Argentina y ahora no sólo sueña con su segunda participación mundialista de la historia, sino también con calzarse por primera vez la corona. Para dirimir mano a mano, la selección necesita ganar por cinco o más goles de diferencia. ¿Imposible? No, aunque enfrente tendrá a la mejor defensa del certamen.

En la búsqueda de respuestas, el técnico Úbeda reformulará la formación. Un movimiento más a los varios que se ensayaron para modificar el rumbo. La Argentina jugará por primera vez en el campeonato con una línea de tres defensores, un reflejo de la urgencia, aunque el entrenador, después de la agónica igualdad 2-2 con Brasil que la devolvió a la competencia, anticipó que mandaría al campo de juego una formación ofensiva. Desde el sistema y los nombres, tiene características para dañar a Venezuela, que se inspira en el escurridizo y habilidoso Yeferson Soteldo para desequilibrar y también martillar.

En ese nuevo dibujo, Úbeda le devolverá la titularidad a Ramiro Macagno, tras la conmoción cerebral sin pérdida de conocimiento que sufrió Facundo Cambeses con Brasil, lo que determinó 72 horas de reposo deportivo. El arquero de Atlético de Rafaela fue el dueño de la valla desde el inicio y hasta el debut en el hexagonal final, con Uruguay. Solamente frente a...