El asesinato en el country: la trama secreta de una relación tormentosa

El abogado oyó los gritos desgarradores de Claudia Schaefer e intentó abrir la puerta del vestidor de la casa del lote 5 del country Martindale. Tanta fuerza hizo que arrancó el picaporte. A pesar que golpeó y empujó no pudo derribar la puerta. Entonces, al oír las súplicas de la madre de Fernando Farré, corrió al jardín y rompió una ventana de la habitación. Para entonces, el empresario ya había asestado varias puñaladas a su mujer y la tenía en el piso. Ante los gritos Farré giró la cabeza, miró hacia la ventana rota donde estaba su madre y el abogado. Demoró pocos segundos en volver a apuñalar a su mujer hasta matarla.

La descripción de esta secuencia del asesinato de Schaefer fue expuesta por el abogado del estudio Cárdenas y que, según dos fuentes con acceso al expediente consultadas por LA NACION, figuran en algunos tramos de la declaración de 15 páginas que el letrado hizo el lunes pasado en la fiscalía de Pilar a cargo de Carolina Carballido.

Después de exponer ante la representante del Ministerio Público, el abogado que había concurrido al country para asesorar a Schaefer en el juicio de divorcio y en la reunión con Farré, viajó al Sur para tratar de superar el trauma que le provocó haber presenciado el asesinato ocurrido el 21 de agosto pasado.

El homicidio de Schaefer, de 44 años, fue el final de una relación tormentosa que mantenía la pareja y que tuvo su trama secreta, con una indemnización millonaria en disputa, celos y la necesidad de mantener un nivel de vida en el que el matrimonio invertía $ 100.000 mensuales.

Según explicaron dos de las personas que conocieron a Farré, sólo las cuotas mensuales del colegio privado para los tres hijos costaban $ 30.000 por mes, sumados los $ 20.000 del alquiler de la casa en Martindale, los seguros y gastos de los dos automóviles de alta gama que posee el matrimonio como la camioneta Audi Q 7, valuada en $ 1.200.000 y que fue eje de las discusiones entre los integrantes de la pareja.

A ocho días del asesinato, la Justicia no pudo establecer por qué Farré mató a su mujer. Tampoco se estableció si la verdadera personalidad del empresario fue la que describió el abogado cuando habría observado parte del ataque o si la que corresponde al hombre amable que nunca utilizó un exabrupto para referirse a su mujer en medio del proceso de divorcio y que, ocho minutos antes del ataque preparó un té para su madre, el abogado de su esposa y la letrada que lo representaba.

Hasta el momento se sabe que en...

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