El arte de robar, según el kirchnerismo

Los Kirchner se lo quieren comer crudo a Lula. Lo creían un estadista, un populista casi a la altura de Cristina, y resulta que lo embocan por un departamento. De no creer (je). Dicen que no aprendió la primera lección de esa colectividad: el arte del choreo. Me permito disentir. Durante sus ocho años en el poder Lula cosechó mucho más que un tríplex en Guarujá. De Odebrecht, una ONG dedicada a sacar de apuros económicos a gobernantes de América latina, recibió un terreno en San Pablo de 3,5 millones de dólares. Que los Kirchner no se hagan los vivos: ellos fueron muy torpes en el afano. La única diferencia es que Brasil tiene al insobornable juez Moro. En la Argentina la confianza estaba depositada en Oyarbide, y no funcionó.

Da bronca que Cristina y su gente se pongan como ejemplo en este rubro. Miremos lo que pasó en sólo 72 horas. El domingo nos enteramos de que en Río Turbio compraron maquinaria mediante una triangulación irregular que les permitió hacer una adjudicación directa, sin licitación, por 53 millones de dólares. En el Manual del Buen Corrupto, el primer punto dice que si no hay licitación se labura más fácil. El lunes, Bonadio procesó a De Vido, acaso el mayor coleccionista de dólares después de sus patrones, como máximo responsable de un fraude multimillonario en los subsidios al transporte. Ese mismo día se le dictó el procesamiento a Sabbatella por la distribución dudosa de dinero durante su gestión en la Afsca. A De Vido lo embargaron por 1000 millones de pesos. A Sabbatella, por 10 millones. Lo ningunearon mal. Cristina dice que si un día le llegara a faltar Parrilli, ya tiene con quién reemplazarlo. Fernanda Vallejos, primera candidata a diputada de Unidad Ciudadana en Buenos Aires, fue imputada por ocultar empleos públicos. Estaba feliz: salió con foto en los diarios. Ese lunes negro se conoció que la Unidad de Información Financiera (UIF) denunció al presidente del PJ porteño, el kirchnerista Víctor Santa María, por transferencias sospechosas a Suiza de unos 4 millones de dólares. El Manual del Buen Corrupto, versión K, no da indicaciones para operaciones de tan bajo monto. Página 12 fue el único diario que no publicó una sola línea sobre el caso, y una posible explicación es que su dueño es Santa María. El martes, la Cámara Federal reabrió otro expediente contra De Vido en el que lo acusan de sobreprecios por más de 1100 millones de pesos en la construcción de la usina térmica de Río Turbio. En cuestión de...

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