El arte, de remate: una manera de capitalizar ahorros

En la mesa hay copas y jarras con gaseosa, pero ellos dos están parados a un costado con dos copas de champagne vacías. Mientras esperan al mozo -y a las burbujas- hojean el catálogo de la subasta de joyas y obras de arte que comenzará en minutos. Cuando entran al salón en forma de anfiteatro, la mujer y el hombre brindan con otra señora que se sienta detrás. Sonríen. Presienten que pueden encontrar lo que buscan. Más tarde invertirán cerca de $ 120.000 en dos anillos y un Rolex.Joyeros, coleccionistas de arte y también oportunistas esperan encontrar en la subasta la pieza perfecta y por ella pueden pagar hasta el doble del valor con el que sale a la venta.Un óleo del Riachuelo, de Oscar Vaz, que se cotizó en $ 40.000; la pintura de un paisano, de Juan Peláez, que se vendió por un valor que superó seis veces el monto de la base, y el Niño con sandía, de Juan Carlos Castagnino, son algunas de las piezas que formaron parte de otras de las tradicionales subastas del Banco Ciudad.Los entendidos dicen que después de un flojo 2013 la actividad se revitalizó por dos razones: los compradores la adoptaron como otra forma de inversión y los artistas son convocados en forma directa, sin intermediarios, lo que favorece a los autores contemporáneos y emergentes.Durante el año pasado, en cinco subastas, se recaudaron $ 2.490.000 por la venta del 72% de los lotes que fueron ofertados. En ocho meses de 2014, esa cifra está cerca de superarse con apenas tres remates en los que se movieron $ 1.830.000 por el 70% de las ventas. Sin embargo, lejos está de lo ocurrido en 2012, cuando en nueve subastas la entidad recaudó $ 7.850.000, con el 76% de los objetos rematados.Baja el martillo"Base de $ 18.000, ¿quién se decide?", comienza la arenga del martillero. "20... 22... 24, arriba a mi derecha. Hay varios interesados... 26, 26.500... Lo que pasa es que con 500 se tienta más el competidor, señora...", aconseja. El reloj de oro con brillantes y un peso de 75 gramos se vendió en $ 29.000.Coordinación, presencia, buena vista, agilidad y destreza. Ésas son las características que debería tener un subastador, según el criterio de Ricardo Vitaliti, el martillero del Banco Ciudad considerado uno de los mejores de América del Sur. Habría que sumarle una pizca de showman para que el vendedor sea completo."De vez en cuando trato de meter algún chiste para...

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