Arte: dos años de MAR

Es una tarde ventosa y la gente se agolpa en el lobby de triple altura determinado por la espectacular obra de impronta textil de Martín Huberman (foto), hecha con 66.000 broches de colgar la ropa. Suenan los acordes de la orquesta juvenil de Florencio Varela, mientras una larguísima cola de gente paciente anticipa el éxito de la función de teatro. Será, una vez más, La mujer justa, con Arturo Bonín, Victoria Onetto y Graciela Duffau, según libro de Sándor Márai. Como todo lo que sucede en el MAR, el espectáculo es de entrada libre y gratuita, en sintonía con el fin de semana más fuerte del verano: Axel cantará en la playa y Boca y River jugarán en el estadio mundialista. ¿Qué más se puede pedir?

Inaugurado en diciembre de 2013, el Museo de Arte de Contemporáneo de Mar del Plata funciona en un edificio creado para tal fin, según el proyecto del Estudio Monoblock, ganador del concurso (ver adn). En línea con estándares internacionales, está pensado con una dinámica modular que permitirá expandir los siete mil metros cuadrados actuales y capitalizar las plazas secas que rodean el edificio. Para hacer honor a la verdad, el MAR está más cerca de un centro cultural que de un museo. No tiene colección propia, asignatura que dejará de ser pendiente si se cumplen los deseos de quien ha sido hasta ahora su principal fogonero: el francés Jorge Telerman, mano derecha en asuntos culturales del gobernador Daniel Scioli.

Desde su fundación, el MAR exhibió tres muestras ligadas entre sí por el denominador común de un mismo curador, el ascendente Rodrigo Alonso, lo cual implica una mirada y un punto de partida: mantener viva la idea de un espacio interactivo, con obras de fácil acceso, dirigidas a un público que, en su mayoría, jamás cruzó las puertas de un museo, pero que en una jornada lluviosa puede cambiar la rutina de playa y arena por el encuentro estival con el arte contemporáneo.

En un solo día, el martes 20 de enero, la concurrencia superó las 8000 personas, No hubo tregua para los guías (muy bien entrenados), ni para el equipo que regentea la tienda gourmet, muy original en su organización y oferta gastronómica. Sin mirar el reloj y entregados al juego, un grupo de chicos sub-10 intenta armar un rompecabezas gigante con las caras de Merkel, Obama, Máxima y Gandhi. A metros de allí, naturaleza y tecnología se cruzan en las propuestas de Fabiana Barreda y Joaquín Fargas, y el último grupo del contingente playero se demora en la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR