Argentinos, perdido y sin ilusiones en el horizonte

Cada vez más complicado se encuentra Argentinos Juniors, hundido en la tabla de los promedios, sin respuestas dentro de la cancha y con un clima muy espeso fuera de ella. Sus hinchas, que intentan contagiar a los jugadores y se contienen hasta último momento para soltar algún que otro insulto, ya comienzan a mirarse unos a otros con caras que dan cuenta más de resignación que de bronca. Sí, parecen comenzar a asumir que, más que nunca, la permanencia corre serio riesgo.

Claudio Borghi, el ídolo que volvió al club siendo consciente de la dura realidad que le esperaba, tomó la posta de Ricardo Caruso Lombardi con intenciones de levantar el nivel de juego, salir de los tres peores promedios y, por qué no, pelear por el título, tal como lo había hecho en el Clausura 2010. Pero en pocas fechas ya tomó nota de que el descenso es una posibilidad más que concreta, por el bajo rendimiento y escasa cosecha de puntos de su equipo y por el muy buen arranque de Colón -al que además le restituirían seis puntos tras saldar su deuda con Atlante, de México- y Godoy Cruz. En las últimas horas, se especuló con que el DT ya habría meditado la decisión de dar un paso al costado en cuanto considere que la salvación ya no depende de sus indicaciones. Y, si bien tiene todo el crédito del mundo por ser de la casa, él mismo se habría puesto plazos.

El empate ante Tigre, la victoria ante Arsenal y una nueva igualdad en el clásico ante All Boys, aunque siempre manteniéndose en zona de descenso, habían posibilitado una buena cosecha de puntos, ya sin el colgado Pablo Migliore y con un Nereo Fernández que logró mantener la valla invicta durante esas tres fechas, pero la caída 2-0 como local ante Lanús le quitó el impulso y lo llenó nuevamente de angustia.

Ante un Granate alternativo que no hizo demasiado para triunfar en la Paternal, el Bicho entregó todo lo que tenía, y no fue...