Los argentinos copan las audiencias papales

ROMA.- http://www.lanacion.com.ar/francisco-y-la-argentina-t49170artistas, deportistas, empresarios, estudiantes, religiosos, universitarios, algunos conocidos, otros menos. Todos los miércoles, cuando hay audiencia general en el Vaticano, entre los cientos de miles de fieles de todo el mundo que llegan http://www.lanacion.com.ar/1582153-el-papa-no-viajara-a-la-argentina-este-anoTodos, famosos y no, buscan una bendición, aunque sea de lejos, un saludo, un apretón de manos, un abrazo, un beso o una foto.Desde el histórico 13 de marzo -cuando fue electo el primer papa argentino, jesuita y latinoamericano-, la afluencia de gente de todo el mundo al Vaticano ha aumentado en forma vertiginosa, lógicamente también la presencia de argentinos ha crecido en forma exponencial.Si en la primera audiencia general, la del 27 de marzo, ante unas 15.000 personas, sobre todo se veían grupos de argentinos -cordobeses, santafecinos o de colegios porteños en viaje de estudios- que habían programado su visita a la ciudad eterna sin jamás imaginarse que se encontrarían con un papa argentino, ahora las cosas han cambiado. Gracias al denominado "efecto Francisco" -ese estilo, simple, humilde y austero de un papa cercano a la gente, que besa bebes y enfermos, y bromea con los hinchas de fútbol-, ahora los miércoles la Plaza San Pedro es invadida por unas 100.000 personas. No por nada la Via della Conciliazione es cerrada al tránsito, que suele colapsar en la adyacente zona del Castel Sant'Angelo, bloqueada por cantidades de ómnibus repletos de peregrinos. Entonces, no pasa inadvertido el fervor (y el orgullo) albiceleste. Las banderas argentinas -que se venden como pan caliente en el Vaticano a 10 euros cada una- son una constante, así como las camisetas de la selección o de San Lorenzo, el club de los amores del ex arzobispo de Buenos Aires.La parafernalia argentina es bien visible a lo largo y ancho de la Plaza San Pedro. Pero mucho menos en la zona VIP, es decir, esa que queda muy cerca del sagrato , a la que acceden los afortunados que logran el denominado ticket para el "besamanos" con el Papa. Es decir, logran acceder a ese lugar privilegiado, al que, al final de la audiencia, el Pontífice se acerca para saludar, cruzar unas palabras brevemente, mientras los fotógrafos del Osservatore Romano disparan fotos.Una lista heterogéneaPor allí, por la zona del sagrato , ya pasaron varios argentinos de todos los ámbitos. Los...

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