Las argentinas aún sufren postergaciones en el ámbito laboral

Hay avances concretos y muchos logros. Pero la brecha aún es grande y la desigualdad de género en la Argentina existe en todos los ámbitos. Las estadísticas así lo confirman. En la actualidad, las mujeres asisten un 30% más que los varones tanto al nivel terciario como al universitario. Estudian más y acceden con mayor facilidad al conocimiento académico, y, sin embargo, los puestos jerárquicos siguen en manos de ellos, y los mayores ingresos también.De hecho, en 1999 el porcentaje de mujeres al mando era de 37,1%. Diez años después, según datos recabados en 2009, las mujeres sólo ocupan el 34,2% de los puestos directivos. Así lo señala Gabriela Catterberg, una de las investigadoras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que presentó el informe "Género en cifras: mujeres y varones en la sociedad argentina", un diagnóstico de la situación actual en todo el país en términos de igualdad de género.Es el cuarto número de la serie "Aportes para el desarrollo humano", que cuantifica y analiza la situación de género y el desarrollo humano en relación con otros países; ofrece un análisis desde una perspectiva territorial subnacional, y realiza un diagnóstico de la situación de mujeres y varones en siete ámbitos: trabajo, educación, salud, salud sexual y reproductiva, familia y hogar, violencia contra las mujeres y participación política.Es cierto que hay progresos. Pero materias pendientes sobran. En la actualidad, y entre uno de los principales hallazgos, los ámbitos del trabajo y la educación han presentado importantes modificaciones. Catterberg, del área de Desarrollo Humano del PNUD Argentina, señaló diversos aspectos recurrentes de la participación femenina en el mundo del trabajo."Continúa la persistencia en la denominada segregación horizontal, donde ciertas ocupaciones son consideradas emblemáticamente femeninas, como el servicio doméstico, la atención de personas, la enseñanza y las actividades secretariales", puntualizó. También se refirió a la segregación que persiste "de tipo vertical", que refiere la concentración de mujeres en puestos de menor jerarquía, aunque tengan la misma calificación que los varones que los ejercen.Por otra parte, la investigadora reconoce la mayor aceptación que hoy tienen las trabajadoras madres en el mercado laboral. Sin embargo, señaló que el trabajo doméstico sigue bajo su órbita. "Tienen tareas más heterogéneas que los hombres, que tienen una distribución del tiempo más compacta y se dedican a...

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