En la Argentina, miles de jóvenes marcharon contra el cambio climático

Marcharon con consignas pintadas en cartones. Otras en banderas, remeras y pancartas. Las leyendas eran variadas, pero el mensaje era el mismo: en sintonía con lo que ocurrió en otros 170 países y en más de 30 ciudades de la Argentina, los jóvenes porteños coparon ayer las calles del centro de la ciudad para reclamar medidas urgentes contra el cambio climático. La convocatoria no tuvo límites de edad. Aunque fueron en su mayoría adolescentes, que ayer faltaron a clases para participar de la convocatoria, también dijeron presente chicos de 11 años, como Felipe Andrei, que cuando supo que Héctor, su hermano de 17, iba a la marcha, él se quiso sumar y preparó un cartel en EL que se leía: "A mí me importa". O como Mabel Piña, de 89 años, que llegó a la marcha con la pancarta que le mandó por mail su hijo, que es biólogo y vive en Montreal. Mientras ella avanzaba por Avenida de Mayo, él le iba transmitiendo por WhatsApp todo lo que estaba pasando en la movilización en Canadá (ver aparte).Los organizadores estimaron que fueron unos 6000 los jóvenes que se movilizaron. Se reunieron en la Plaza de Mayo, cerca de las 15.30, cuando empezaron a marchar por Avenida de Mayo hacia el Congreso. "No hay planeta B", "Cambio humano, no cambio climático", "La casa está en llamas" y "Actuar ahora" fueron algunas de las consignas que se repitieron en casi todos los países y que se replicaron en Buenos Aires.También hubo un componente autóctono y mucha creatividad. "Esto está tan mal que los introvertidos están aquí", escribió en un cartel Fabiana Saez, una venezolana de 17 años. "Imaginate que los introvertidos tomamos la calle, mirá qué mal que debemos estar", explicó. O como el cartel de Melisa Rosales, también de 17 años, que pertenece a la agrupación Jóvenes por el Clima. "Ni un grado más, ni una especie menos. El calentamiento global no espera".El cartel de Felipe Andrei se veía poco, porque él mismo, con 11 años, apenas llegaba a ver lo que estaba ocurriendo en el escenario que se armó delante del Congreso. Soledad, su madre, cuenta que él le había hecho varias preguntas en la semana cuando vio en la televisión las imágenes de la activista sueca Greta Thunberg quebrada durante su discurso en las Naciones Unidas. Entonces ella decidió acompañar a su hijo menor a la movilización. "Me dolió mucho verla llorar a Greta. A mí me importa que se cuide el planeta y que no se destruya y quiero que me escuchen. Que a los políticos también les importe", dijo, con...

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