La Argentina de Martino todavía está en veremos

LONDRES.- Es lenta la transición entre el estilo del seleccionado que fue subcampeón del mundo y este que intenta imponer Martino. Los nombres no cambiaron tanto. Anoche, ante alrededor de 16.000 espectadores en el estadio de West Ham, hubo siete jugadores de peso en la campaña de hace cuatro meses en Brasil. Las mayores novedades estuvieron en la defensa, dentro de esta búsqueda y visualización que está haciendo el técnico. El equipo todavía no mostró un trazo definido, cayó en muchos baches y terminó dependiendo de las individualidades. Sobre todo de las del ataque, sector en el que la Argentina tiene abundancia y calidad. Y encima ayer se agregó Tevez, que fiel a su fuerte personalidad en una cancha no tardó en sintonizar y acoplarse al circuito. El tema es que el Apache es una variante más en un sector donde el seleccionado tiene un amplio catálogo de soluciones. De hecho, por esta decisión de Martino de no poner más de un centrodelantero, salvo que medien circunstancias especiales, Tevez reemplazó a quien había hecho un aceptable partido, el Kun Agüero, que quizá no merecía ser reemplazado.

Ayer, las dudas y los inconvenientes de la Argentina fueron otros: la poca fluidez en el juego, la falta de automatismos para ejercer la presión, la escasez de desmarcación en ataque y algunos apuros defensivos. Todas estas carencias fueron muy evidentes en el primer tiempo, cuando la Argentina fue sorprendida por esta Croacia repleta de suplentes y juveniles (los titulares fueron reservados para enfrentar el domingo a Italia, en la clasificación para la Eurocopa). Futbolistas internacionalmente desconocidos, pero que en esos 45 minutos se hicieron notar y llamaron la atención por el despliegue, el orden y el atrevimiento para jugarle de igual a igual a rivales mucho más ilustres.

Fue preocupante el funcionamiento argentino en el primer tiempo. El equipo se hizo muy espeso en la elaboración, muchas jugadas que no prosperaban, futbolistas que no recibían la pelota en situación de ventaja y el retroceso no era coordinado. Demasiada intrascendencia que Croacia no tardó en aprovechar para poner en evidencia la molicie argentina. En un movimiento de derecha a izquierda que el seleccionado no supo cortar con la presión de los volantes ni el anticipo de los defensores, Sharbini cruzó un medido derechazo junto a un poste. Sorpresa. A la Argentina le tocaba despertarse. Si pensaba que iba a encontrarse con un rival débil que le iba a facilitar la tarea, ya...

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