Aranguren, frente a quienes lo ignoraron

La vida profesional de Juan José Aranguren rebosa de paradojas acumuladas en las últimas semanas. Ayer juró como ministro de Energía y Minería, un cargo similar al que hasta hace poco tenía Julio De Vido, quien consideraba al ex presidente de Shell como algo cercano a su némesis.

El lunes ocurrirá otro hecho para guardar en su memoria. El ex directivo será el orador principal (salvo que confirme su asistencia el presidente Mauricio Macri) del almuerzo de celebración del Día del Petróleo, un encuentro tradicional que todos los diciembres reúne a centenas de empresarios de ese rubro en el hotel Sheraton y está organizado por varias cámaras empresarias.

Es una casa conocida para el flamante funcionario. En los años de sus peleas con el kirchnerismo, ningún empresario petrolero quiso plantear la defensa expresa de Aranguren en ese escenario. De todas maneras, pasaron cosas curiosas. El 12 de diciembre de 2006, Eduardo Rocchi, un octogenario que había presidido durante 14 años el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), subió al escenario pese a que le habían negado el permiso, tomó el micrófono y mientras los petroleros habían comenzado a abandonar sus mesas e intercambiar saludos de fin de año, lanzó: "Yo quiero decir algo, sin ánimo de desatar una...