Aprender a comer mejor

Los argentinos, ¿comemos bien? En todo caso, ¿qué sería comer bien? Hay consenso entre los expertos en nutrición en que adoptar buenos hábitos alimentarios en la niñez no sólo asegura el desarrollo de todas nuestras capacidades, sino que es además un reaseguro de salud en la edad adulta.Sin embargo, da la impresión de que la comida llamada comúnmente "chatarra" les ha ganado la partida a las dietas bien equilibradas en nuestro país, porque, según una reciente investigación del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (Cepea) y las cátedras de Política Alimentaria y Evaluación Nutricional de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA), hay una epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a alrededor del 40 por ciento de los chicos argentinos.Monotonía alimentaria, consumo excesivo de calorías "vacías" y una sobrecarga de azúcares agregados son características de su alimentación, bien alejada de lo que serían los buenos hábitos de nutrición, con un consumo mayor de frutas y verduras frescas, cortes magros de carne vacuna, pollo sin piel y, sobre todo, pescado.Ocurre que esta realidad se repite no sólo en la mayoría de los comedores escolares de la Argentina –con ligeras variaciones en cada una de las provincias–, sino también, y eso es necesario destacarlo, en la propia casa.No habría mayores diferencias para un 26% de los chicos que comen en la escuela con respecto a lo que comen en sus casas, es decir, entonces, la monotonía alimentaria que se resume, tanto en un lugar como en otro, en calorías de más y déficit de nutrientes.Del estudio también se destaca que uno de los nutrientes que más se encuentra y en exceso en la dieta argentina –por supuesto...