Juan Antonio Pizzi: 'El protagonismo es de los jugadores, los entrenadores sólo acompañamos'

?¿Cómo te definís como hombre y como técnico?? [Hace un profundo y misterioso silencio. Lanza una carcajada] ¿Una palabra tengo que buscar??No. Una frase, un concepto.?Una frase...Soy honesto, soy responsable. Estos atributos los considero normales en una persona, por eso me cuesta. Te digo un defecto: tengo exceso de confianza en mucha gente y por ahí esa situación te trae desilusiones.Cardales es un paraíso. Por lo menos, el lujoso hotel: rodeado de palmeras, es una suerte de Caribe sin mar. Verde, sol, relax. Juan Antonio Pizzi es un hombre afortunado: corre con San Lorenzo sobre el magnífico campo de golf. "Lo disfruto mucho, pero acá no juego. Sólo trabajo. En mi tiempo libre, sí, soy un apasionado de este deporte", define el conductor, minutos antes de observarse en su espejo. Relajado, descontracturado, Pizzi se acomoda el cabello, deja el celular y se sienta a charlar de la vida. De su vida. De fútbol. De San Lorenzo. La intimidad viaja con rumbo desconocido.Nació en Santa Fe y esa ciudad siempre fue su centro en el universo. Se crió en una familia de clase media: el padre, médico; la madre, ama de casa. Dos hermanos y una hermana, con los que pasaba todo el verano entre pelotas, raquetas y antiparras. Del club Regatas al club de tenis de Santa Fe. Desde las 10 hasta el anochecer: tenis, fútbol, carreras, un chapuzón desde el trampolín más alto. Por las noches, cartas, ajedrez. "Esos sí que eran veranos", se entromete en la nostalgia.A los 16 años, se fue a Rosario: lo esperaba un océano de goles de todos los colores por el mundo. Tuvo, eso sí, un par de empleos, no tanto por necesidad, apenas por el gusto del bolsillo lleno propio. "Quería ganar algún peso para darme algún gusto, como comprarme algo o por unas vacaciones. Vendí helados, vendí rifas. Es parte de mi vida y recuerdo esos momentos, soy feliz con la vida que me fue tocando y yo sé lo que luché para alcanzar esos objetivos. Hay que sentirse bien con uno mismo", asume en el lujoso lobby, casi de entre casa. Primero, el deber: terminó el secundario y hasta el primer año de medicina en Rosario por mandato paternal. "No era un gran alumno, terminé con lo justo; siempre me llevé materias en la escuela", acepta. Su hermano más grande, José Francisco, es ginecólogo: lleva los genes de Antonio Francisco, fallecido en noviembre del 88, médico de Colón entre el 69 y el 75. "No sé si era la oveja negra, pero siempre me exigieron con el tema del estudio. Y yo prefería hacer cualquier cosa antes que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR