Anticipo exclusivo de 'La traición', la nueva novela de Fernández Díaz

La primera vez que veo en vivo y en directo a Sebastián Bonet es durante la ceremonia del Bicentenario de la Independencia. Se codea, a pura sonrisa, con el Presidente de la Nación en el palco de honor del Campo de Polo. A esa hora de la tarde, recibimos un alerta en la "cápsula" y se le sugiere al jefe máximo que abandone el lugar. Anuncian por altavoces que se retira, él devuelve los aplausos con la mano en alto y nosotros lo acompañamos hasta el helicóptero blanco con los pelos de punta. Luego nos enteramos de que el repliegue se debió a un incidente en el desfile callejero, sobre la avenida del Libertador: la policía detectó algo raro y detuvo a un tipo que intentaba sumarse a la marcha de los excombatientes de Malvinas. El sospechoso aparenta sesenta años, se coló en un grupo que tenía el acceso autorizado a la cancha de polo y porta una Ballester Molina 11.25. Hacen falta seis para reducirlo, porque es muy bravo. Más tarde la Señora 5 quiere saber de quién se trata; le informan que es un exmilitante del ERP que recibió entrenamiento en La Habana, que participó en atracos y atentados con explosivos, y que fue capturado y puesto a disposición del Poder Ejecutivo diez meses antes del golpe de 1976. Pasó nueve años en distintas cárceles, y tiene, como cualquiera de nosotros, problemas psiquiátricos. La Ballester Molina está oxidada y con ella no habría podido cargarse a ningún paisano, pero al menos le abren una causa por portación de armas de guerra. El tipo se llama Bublik y le dicen el Ruso. No le pueden sacar una palabra, y eso que los muchachos lo trabajan a fondo tres noches y dos días. Buscan un magnicida verborrágico y una conspiración, pero al final únicamente consiguen a un infeliz silencioso con una herramienta inútil, un lobo solitario sin dientes destinado más al loquero que a la historia.Bonet no se entera de este zafarrancho de combate: apenas el Presidente sale de escena, el senador recula hasta la salida estrechando manos y besando niños, y se va a almorzar a su casa de Highland Park. En el campo suena la banda musical de la Agrupación Acuartelamiento Aéreo de Getafe. Tocan "Que viva España". Los colaboradores especiales de la Casa Militar permanecemos hasta el último compás de la jornada y después nos encargamos de sacar al Jefe de Gabinete. A las cuatro quedamos liberados, y nos tomamos unas cervezas en la Costanera. Cae el sol sobre el río, se termina el día y, por ahora, no ha muerto nadie.La segunda vez que veo a Bonet es en la terminal de Buquebus cuando él intenta abrazar a su esposa y ella le da un empujón tan fuerte que por poco no lo sienta de culo. Se llama Carina, es licenciada en Ciencias Políticas y madre de dos abogados y una psicóloga: lleva el pelo corto y negro, y unos anteojos intelectuales que resaltan fuertemente sus ojos claros. Una mujer refinada y a lo mejor un tanto sufrida, que alguna vez fue delgada y a quien un cirujano le agregó últimamente algunos centímetros en la zona del pecho y un toquecito que le suaviza las patas de gallo, aunque todo sin exagerar y con buen gusto. La Señora 5 la reconoce como una "mina inteligente" pero eclipsada por la fama de Bonet. Cálgaris y yo comparecemos muy temprano en...

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